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CULTIVOS

Cebada, alfalfa, almendro y frutales son los cultivos más rentables en Aragón

El regadío y la producción son claves para superar los elevados costes de producción de los agricultores

E. S. /
Uno de los campos de cereal sembrados cerca de Zaragoza.
icono foto Uno de los campos de cereal sembrados cerca de Zaragoza.

El mapa y las tierras de cultivo de Aragón muestran a los cereales, herbáceos, leñosos y algunos frutales como los cultivos más rentables. Es lo normal si atendemos al clima Mediterráneo que predomina en la Comunidad. Esto es, inviernos fríos y veranos calurosos y secos. Las técnicas de producción han mejorado mucho con el paso de los años y la eficiencia de esos cultivos es la clave para aumentar la rentabilidad de las plantaciones. Unos números que no siempre salen a los cerealistas y fruticultores aragoneses. El último estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que a principios de 2022 había 18.114 afiliados a la Seguridad Social Agraria en 2022 mientras que en diciembre de 2023 se contabilizaban 17.613. Una pérdida anual de 200 agricultores.

Uno de los factores que mejoran la rentabilidad en Aragón es el regadío. Los principales cultivos en regadío son herbáceos y cereales de invierno, principalmente, alfalfa y maíz copan la mayor superficie. En el caso del trigo y de la cebada el riego es minoritario. El cultivo leñoso con más superficie regada es el almendro con 25.261 hectáreas de regadío, superando así al cultivo del melocotón (20.064 ha) que históricamente era el cultivo leñoso con mayor superficie de regadío en Aragón. En este frutal de hueso se riega el 97,56% de su superficie total, y, dentro de esta, más del 80% (82,23%) con riego localizado. Son datos que ofrece la encuesta sobre superficies y rendimientos de cultivo en España del Ministerio de Agricultura.

La cebada de regadío predomina en los campos de cereal aragoneses.

"La rentabilidad la logramos a base de producción y gracias a las mejoras vegetales", explica el director del CITA, Miguel Gutiérrez. "Hay cebadas que pasan ya las 10 toneladas por hectárea, algo que era impensable hace una década", remarca. "Un resultado que se logra por una mejor adaptación del material vegetal, la variedad de semillas y el regadío", añade. Un camino que seguirá así en los próximos años con la llegada de las mejoras genéticas que aseguran más rentabilidad y cuya legalidad se negocia en Bruselas desde hace unos meses. 

También mejoran las técnicas de manejo de cultivos "que se expresan mejor en los regadíos", explica Gutiérrez. El cereal de extensivo mayoritario es la cebada porque es muy demandado para maltas y permite un segundo cultivo en las mismas tierras. Es decir, en un mismo campo se puede sembrar una cebada, cosecharla y después volver a sembrar el maíz. "El cultivo de la alfalfa también es interesante dependiendo de los años, porque ha sido más manejado por los exportadores", añade, aunque explica que es difícil precisar los precios que recibirán los agricultores. 

Así lo señala también Luis Machín, director de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (Aefa): "La rentabilidad en nuestro caso depende del precio de venta. El problema es que lo desconocemos". "La alfalfa es un cultivo seguro porque, aunque llueva a desmano, en el cereal hay más merma y la alfalfa se puede trabajar siempre", añade Machín. Se trata de un cultivo muy extendido en toda la Comunidad y del que se pueden hacer hasta seis cortes cada año. Por eso es "muy rentable" en el mercado nacional e internacional.

El año pasado se sembraron 44.000 hectáreas de alfalfa de las que se recogieron unas 650.000 toneladas, "y fue un mal año", según concreta el director de Aefa. "El primer corte fue un desastre, veníamos ya de un año malo, mucha sequía, y tuvimos producciones muy bajas", lamenta. Unas cifras que Machín espera mejorar la próxima campaña: "Acercándonos a las 50.000 hectáreas con una producción de 800.000 toneladas". Este cultivo, si ha sido bueno, puede manejar entre 15 y 20 toneladas por hectárea.

Abandonando el campo del cereal y herbáceos, Aragón es una de las productoras de fruta más importantes del país. Es quizá la primera Comunidad con mayor producción de cereza. "Tenemos una parte muy importante de cerezos, de melocotoneros, de almendro y olivar, que son muy rentables para los agricultores", señala el secretario del Colegio Oficial de Técnicos Agrícolas de Aragón, Javier Aguaviva.

Últimamente también ha habido un gran interés por el pistacho, "sin embargo, sus precios de manejo y costes son muy altos", señala Aguaviva. Además hay que esperar una media de siete a ocho años a que los pistacheros entren en producción. Aunque se trata de un cultivo similar al almendro, que ya tiene buena implantación en Aragón por las condiciones climáticas. De hecho, desde la Asociación de Productores de Pistachos de Aragón (Apistar) están trabajando ya con organizaciones agrarias y otros organismos en la caracterización ambiental y edáfica del territorio aragonés para el cultivo del pistacho, con el objetivo de buscar las zonas idóneas de suelos en los que se puede adaptar mejor para aumentar su implantación y rentabilidad.