Casi 10.000 consultas por picaduras de mosquito y mosca negra, el doble que hace un año

Son minúsculos, pero molestos, y, en ocasiones, algo peor. En las últimas semanas, los centros de salud zaragozanos han atendido casi 10.000 consultas por la picadura de mosca negra y mosquitos, casi el doble de las recibidas en 2022. 

Las condiciones meteorológicas han favorecido su proliferación. Un invierno poco frío, la falta de lluvias y de riadas primaverales, que suelen arrastrar las larvas de los insectos, son las causas de su aumento. Todo ello a pesar de que desde el Ayuntamiento de Zaragoza se han realizado tratamientos contra la mosca negra en zonas como el río Gállego o en la ribera del Ebro, lugares donde más probable es ser víctima de las molestas picaduras o mordiscos.

Las molestas picaduras se han multiplicado en Zaragoza este año.

En concreto, las aguas del río Gállego se tratan, al menos, cada 15 días para evitar que prolifere la mosca negra. "El río nos hace el favor de distribuirlo con la corriente a los márgenes y a todos las zonas donde la larva puede estar agarrada y, para que lo entienda todo el mundo, le causa una indigestión y mueren", explica la entomóloga médica Sarah Delacour. 

Parece mentira que un bicho de menos de seis milímetros pueda causar problemas tan grandes. 9.500 personas han acudido ya a su centro de salud en busca de alivio para su molesta picadura. "Son prácticamente el doble que el año pasado. Nos enteramos de la picadura cuando han pasado unas horas y da más hinchazón, más picor, más dolor...", indica la médico de familia Gema Garisa. 

Así se fumigan las aguas del Gállego.

Un invierno sin lluvias, sin riadas y con más calor del habitual ha sido el caldo de cultivo perfecto para que este año haya más de estos insectos y durante más tiempo. "Son animales de sangre fría y dependen mucho de la temperatura. Cuando es alta, ellos aceleran su metabolismo. Este año se ha adelantado un mes o mes y medio su actividad", indica Javier Lucientes, profesor emérito de la Universidad de Zaragoza.

Para protegerse, solo queda recurrir a los antimosquitos de siempre y a las cremas hidratantes con geraniol. Si pican, el mejor remedio es no rascarse y aplicar un poco de frío de forma local.