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TERAPIA DE PAREJAS

Cada vez más parejas buscan respuestas a sus problemas cuando el amor no es suficiente

Aumentan las terapias de pareja, cambian las fases del amor, se muestra más empatía y se incrementan los proceso de reconstrucción familiar

SARA COMÍN /
Cada vez más parejas acuden a terapia para solucionar sus problemas.
icono foto Cada vez más parejas acuden a terapia para solucionar sus problemas.

El amor es el gran protagonista de este 14 de febrero. Muchas parejas saldrán a celebrar San Valentín. Algunas lo harán en pleno enamoramiento y otras no. ¿Quiere decir esto que no exista amor entre ellas? Ni mucho menos. Esta es solo una de las etapas de las relaciones. En los últimos años el concepto de pareja ha cambiado mucho y los expertos aseguran que somos más conscientes de que la comunicación y la empatía son claves para mantener una relación sana, algo que se refleja en que cada vez más parejas acuden a terapia.

La vida en pareja, al igual que la vida propia e individual, pasa por diferentes fases. Aparecen dificultades y complicaciones de las que, en muchas ocasiones, se aprende a salir sin ayuda. Las decisiones que se toman, la relación familiar, la llegada o no de los hijos, el estrés del día a día, etc., todo influye en la convivencia. Y, en algunos momentos de este proceso, pueden surgir discusiones y una distancia que abre una grieta. Si se decide cerrar, existe la posibilidad de recurrir a ayuda externa y acudir a terapia de parejas, en la que escuchan y son escuchados los miembros de la misma.

Vivir en pareja es muy habitual; de hecho, solo un 8% de las personas con más de 18 años afirma no haber tenido nunca una pareja. En la actualidad, alrededor de un 70% de los españoles y españolas vive en pareja, según el INE. La antropóloga Helen Fisher, una de las científicas más famosas del mundo por su investigación sobre el amor, analiza la tendencia que ha denominado “amor lento” y con la que demuestra que, a pesar de la inmediatez de la era digital, las relaciones actuales dedican mucho más tiempo a la fase inicial antes del compromiso. 

Las diferentes fases del amor

Muchos estudios psicológicos describen el amor en seis fases diferentes: enamoramiento, la etapa inicial que se vive como una locura transitoria; la relación o vinculación, la unión se mantiene, pero los miembros de la pareja son más individuales, pero a la vez más seguros; la convivencia, en la que se descubren las manías y costumbres de la otra persona, una etapa a la que algunos expertos definen como la de la decepción o la desilusión; reafirmación o superación de las crisis, en la que aparece un equilibrio en la convivencia; la colaboración, en la que aparece la sensación de una vida juntos y, por último, la adaptación. Si se llega hasta esta última y se han superado todas las fases, se puede decir que hay una base sólida.  

Para completar todas las fases, la pareja tiene que tener resortes. La psicóloga Elisa Múgica, que ha participado como escritora y productora de la película documental 'Terapia de parejas', dirigida por Gaizka Urresti y que se estrena este miércoles en cines, asegura que las personas son cada vez más conscientes de que tienen problemas, lo que permite afrontarlos. “Tenemos más consciencia de que hay que cuidar al otro y desplegamos una mayor empatía”, asegura Múgica. 

Belén García participa en una terapia de parejas, a la que asiste "por amor y por respeto a una historia, a tu pareja y a una misma". Lo que se busca es tener una relación sana, con el fin de llegar a ser felices, "bien juntos o por separado", y aprender a comunicarte y a "curar heridas que en una relación personal siempre surgen de una u otra manera". Explica Belén que hay personas que creen que ir a terapia es la última opción, pero es lo mismo que pensar en ir al médico "cuando llevas tres años con una herida abierta". "En ese caso -añade- nadie esperaría tanto ni se arriesgaría a perder una parte tan importante de sí mismo". 

Los expertos recuerdan que "el otro no siempre tiene la culpa"

Una de las claves es que hay que estar pendientes de las dinámicas de pareja, “el otro no siempre tiene la culpa”. Partiendo de esta frase que resulta obvia, hay que tener en cuenta que una relación de pareja no es de uno solo. “Siempre que mantengamos una relación con otras personas hay que pensar que todos estamos implicados, no es el otro el culpable de lo que siento”, explica Elisa Múgica. Teniendo claro este concepto “hay que aportar para que la relación funcione”, siempre pensando que existe la posibilidad de cambiarnos a nosotros mismos, porque “cuando uno cambia, la otra persona es más receptiva”, subraya. 

Resulta fundamental dejar de enfocar el malestar de uno mismo en el otro, e insiste Múgica: “Hay que expresar el malestar, pero cuidando la manera en la que lo decimos”. Todas las personas llegan a su momento en pareja con vivencias y experiencias previas, con sus “mochilas”. La transformación que se vive por amor permite también reflexionar sobre uno mismo, desde la infancia, porque “bebemos de nuestros afectos”, argumenta la experta. Si nos han nutrido bien, puede ser más sencillo, pero si hay carencias, también habrá frustración y trauma. 

También explica Múgica que ahora “perdonamos más que antes”. Es necesario hablar, comunicarse si se quiere a una persona, aunque haya dolor. La diferencia es que antes estos problemas se quedaban sin resolver, se enquistaban y se vivía con ellos siempre presentes. Si no se afrontan, “se perpetúan y generan distancia emocional”, afirma Múgica. Eso hace sentir dolor por la incomprensión. La otra persona no siempre sabe lo que necesita su pareja y es fundamental que exista esa comunicación. 

Aumentan las consultas en "procesos de reconstrucción familiar"

La terapia de parejas ayuda a encontrar un equilibrio basado en la historia que tenga cada una de las parejas. Son ellas y sus experiencias las que marcan el desarrollo de esta ayuda psicológica. La vida en pareja ha evolucionado y en España ha experimentado cambios, incluso en el propio concepto. La esperanza de vida ha aumentado y eso ha ido acompañado de la posibilidad de tener más parejas a lo largo de la vida. Del matrimonio único y de por vida se ha pasado a relaciones cuyo funcionamiento se circunscribe únicamente al entorno privado. 

Como consecuencia de esta evolución, las rupturas han aumentado y se han normalizado. En los análisis que se hacen actualmente en España se valora un agente externo como uno de los generadores del cambio. El uso de las tecnologías digitales y el lugar que ocupa en la vida de las personas es uno de los factores que más influyen en el cambio de la dinámica de parejas, por su influencia en las interacciones y las relaciones. 

Lo que más ve la psicóloga Laura Cortés en su consulta es "un incremento de las personas que pasan por procesos de reconstitución familiar". Cada familia reconstituida, formada por una pareja en la que uno o ambos miembros tienen hijos o hijas de una relación anterior, es diferente, pero se generan focos de estrés que pueden implicar la distancia en la pareja. El riesgo está, fundamentalmente, afirma Laura Cortés, en “que no se cuiden los límites o la atención que requiere la propia pareja”.

El perfil que más se repite en las consultas: entre 40 y 60 años

El grueso de las consultas en pareja gira en torno a este proceso de reconstitución familiar y la media de edad está entre los 40 y los 60 años. En este sentido, es recomendable homogeneizar, pensar en un criterio para asentar reglas comunes en los hijos y que, a la vez, haya un espacio para las parejas porque la naturaleza de los vínculos es distinta. 

Aunque la mentalidad de una pareja para toda la vida ha cambiado, se percibe también una evolución en parejas de personas más mayores que comparten sus vidas desde hace décadas. Como nos cuenta Laura Cortés, también acuden a su consulta personas con 80 años o más. Suelen hacerlo de manera individual, pero buscan ayuda para poder introducir cambios en su dinámica de pareja y mejorarla, o como apunta Cortés, “cómo entrenar un formato efectivo para acabar diciendo lo que nunca han dicho”