Independencia e intimidad, las claves de los nuevos modelos residenciales para mayores

Recibir los mismos cuidados y servicios que en una residencia de mayores, pero con más libertad y viviendo en un entorno más familiar -por ejemplo, sin restricciones de horarios en las visitas- son algunas ventajas de las que disfrutan los usuarios de un edificio de apartamentos de San Esteban de Litera, en Huesca, diseñado para personas mayores. Una propuesta que busca aportar más autonomía, independencia e intimidad, sin perder convivencia con sus compañeros y una buena atención.

"Somos como una familia y esto es lo que más me gusta, la proximidad. Cuando te haces mayor, necesitas muy poco para vivir", cuenta una usuaria del centro, quien vive en un apartamento compartido con otra mujer, que está formado por cocina-comedor y un dormitorio con baño adaptado. Además, dispone de zonas comunes compartidas con otros 24 usuarios del centro y personal especializado. "Tienen todos los servicios de una residencia, pero en tu casa. Tienen esa libertad de elegir cuándo comen, a qué hora comen, con quién comen", explica el gerente, Albert Túnica.

Algunos ayuntamientos aragoneses ya buscan alternativas al modelo tradicional de residencias. Nuevas fórmulas para estar atendidos y recibir los mismos servicios, pero sin renunciar a su autonomía. En Loarre, el ayuntamiento ha construido cuatro estudios de cerca de 30 metros cuadrados. El objetivo es alquilarlos a vecinos no dependientes que no quieran acudir a una residencia fuera de la localidad. Para ello, se ofrecerá servicio de comida, lavandería y limpieza. "Se pretende un modelo residencial, mancomunando servicios, para gente mayor que no tenga viviendas accesibles, que no tenga calefacción, por ejemplo, porque todavía hay casos de estos en muchas localidades", indica el alcalde, Roberto Orós. En definitiva, nuevos modelos residenciales para que el cuidado no esté reñido con la libertad.