Comienza el derribo del último gran edificio de la Laboral, que se transformará en un centro logístico

Los 98 metros de altura de la que fue la residencia de alumnas de la Universidad Laboral son ya historia. Las máquinas han comenzado a derribar el último de los 15 edificios de este complejo. Tardarán unas seis semanas en echarlo abajo y otras tantas en gestionar sus residuos. Montepino, la promotora del proyecto, construirá un centro logístico y esperan que la primera nave esté lista en verano.

El último edificio de gran envergadura que quedaba en pie en la Universidad Laboral, en la que se formaron miles de aragoneses entre 1967 y 1997, dice adiós. En mes y medio no quedará en pie nada de los 70.000 metros cúbicos de material de este edificio. Después se clasificarán los escombros para ser reutilizados. "El objetivo fundamental es adecuar la explanada para que reúna unas condiciones idóneas para las futuras edificaciones", ha señalado Jaime Molina, el director del proyecto de ejecución, quien ha dividido la obra en tres fases: la primera de desalojo del material documental y de archivo que el Gobierno de Aragón guardaba en esas instalaciones, una segunda consistente en la demolición de todos los edificios de la antigua Universidad Laboral, acorde con el respeto al medio ambiente y la sostenibilidad, y una tercera para reaprovechar la mayor parte del material. 

Una invesión de unos 300 millones de euros

Para el consejero de Fomento, Vivienda, Movilidad y Logística del Gobierno de Aragón, Octavio López, es un día también para mirar hacia el futuro: “Hoy damos un paso más para consolidar a Aragón como una región proclive a la atracción de actividad empresarial generadora de riqueza y puestos de trabajo”. El objetivo de estos trabajos es la construcción de un centro logístico de cinco naves en la que la promotora Montepino invertirá aproximadamente 300 millones de euros. Cuando esté a pleno rendimiento esperan que el centro genere un empleo directo de entre 1.500 y 2.000 puestos de trabajo. De momento, Inditex ha confirmado que ocupará dos naves y también la firma aragonesa Lapesa ampliará aquí sus instalaciones.
“Es un día para mirar al futuro, un futuro próspero y prometedor que tiene reservado a Aragón un lugar preminente en el liderazgo de sectores que van a ser decisivos en las próximas décadas. Se actúa sobre una superficie superior a 230.000 metros en la que se han derruido más de 100.000 metros cuadrados de edificios, datos elocuentes de la inversión, de la actividad y de la apuesta del Gobierno de Aragón en este lugar”, ha subrayado López. Calculan que la actuación generará unos ingresos al Gobierno de Aragón de casi 24 millones de euros, precio que casi triplica el consolidado en otras enajenaciones de suelos para usos productivos en el entorno de Zaragoza capital.