Aumenta tras la pandemia el síndrome del 'burnout' o "trabajador quemado" en las empresas

Tras la pandemia, el fenómeno del burnout o "trabajador quemado", ha aumentado exponencialmente en las empresas. Así lo muestra el informe del Adecco Group Institute que señala que el clima interno del 65% de las empresas está en riesgo de provocar el síndrome. Javier Blasco, director del Adecco Group Institute, este lunes en Despierta Aragón, de Aragón Radio, ha destacado que el término se refiere a todas aquellas personas que sufren "una enorme carga de estrés". Asimismo, ha señalado que estas carencias puede estar relacionado con factores ajenos al trabajo como la crisis económica o sanitaria, pero también con el puesto de trabajo: "Con los puestos de mando, la flexibilidad, el contenido de las tareas, posibilidades de recualificación, salario emocional o cuestiones mucho mas básicas...". 

También ha intervenido el profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo de la Universidad de Zaragoza Vicente Lafuente. Ha destacado que queda "un trecho muy largo" que recorrer en materia de abordar riesgos psicosociales en la empresa y en el cambio de la relación de la empresa con el trabajador. "Las empresas deberían implementar un control y apoyo a la actividad del trabajador, sobre todo después de una pandemia en el que no le han dado los medios necesarios ni la recompensa adecuada", ha insistido. 

Cambios tras la pandemia

Junto a este fenómeno, también es cada vez más frecuente la llamada “renuncia silenciosa”, una actitud en la que el trabajador no renuncia a su puesto, pero sí se limita a cumplir con lo estrictamente imprescindible en su empleo. "Cuando el trabajador percibe que hay falta de reciprocidad y lo que él aporta y lo que la empresa le aporta, es muy probable que esto ocurra. Lo devuelve con la misma moneda, pero es negativo para él porque falta compromiso e involucración y por tanto no podrá crecer en su puesto", ha indicado Lafuente. 

Por último, Pilar Romeo, psicóloga, ha explicado que en ocasiones los trabajadores señalan a sus mandos intermedios "que no pueden más", pero la respuesta recibida es "venir más entusiasmados desde casa". Romeo ha recalcado que el encanto desaparece y que las empresas deben implicarse más en la salud mental. "Tienen que ponerlo en sus programas de riesgos laborales en la medida que puedan", ha añadido.