Publicidad
COMERCIO ELECTRÓNICO

Aragón se habitúa a pagar con tarjeta tras incrementar un 60% este tipo de transacciones en 2023

En Zaragoza crecen hasta el 70% respecto al año pasado, pero se reduce el valor medio de cada operación, situándose en 18,8 euros por ticket

I.A. /
Un establecimiento de Zaragoza que no acepta el pago con tarjeta.
icono foto Un establecimiento de Zaragoza que no acepta el pago con tarjeta.

En tiempo de pandemia el dinero físico acabó siendo arrinconado por su relación con los casos de contagio de la enfermedad. La tarjeta, como medio de pago, cogió un protagonismo que, en la actualidad, no solo mantiene sino que aumenta cada año que pasa. En España en este 2023 han crecido un 42,3% este tipo de transacciones respecto al año anterior. Números que desglosados por territorios dejan a Aragón y Zaragoza a la cabeza del país en este hábito de pago, tras el incremento experimentado del 60,6% y el 70,1%, respectivamente.

Pagar con efectivo ha dejado de estar de moda. Aragón lidera el ranking nacional de comunidades en las que más caen los pagos con dinero físico, algo que también ocurre en la provincia de Zaragoza, según se desprende de los datos de Sumup, una institución de dinero electrónico autorizada. "Siempre hemos estado bien posicionados en pago con tarjeta en los últimos años. Nos encontramos, por un lado, con un consumidor que entiende cada vez más este método de pago, y sobre todo, que es el favorito de la gente joven", reflexiona Vicente Gracia, secretario general de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS).

Desde la agrupación de comerciantes reconocen que la reducción del pago máximo permitido en efectivo de 3.000 euros a 1.000 de hace un par de años, también ha servido para ese impulso. Sin embargo, los datos de este último ejercicio señalan que, si bien Aragón y Zaragoza están a la cabeza en crecimientos de operaciones electrónicas, también están a la cola en gasto por operación, situándose en 18,8 euros de media por ticket.

No está claro por qué la Comunidad es la favorita de los 'tarjeteros'. "Es cierto que hay una población bastante envejecida que no es partidaria de este tipo de transacción, pero Aragón es territorio de gran presencia de entidades financieras y está a la cabeza en grandes superficies por habitante, que puede tener un efecto directo en la situación", razona Gracia.

No es obligatorio tener datáfono

No existe una normativa que obligue a un comercio a cobrar con tarjeta, aunque, según la ley, sí "es imperativo que el anuncio del pago exclusivamente en efectivo deba estar a la vista del consumidor". Ocurre en pocos establecimientos, pero todavía alguno se resiste a la revolución digital. El conocido Calamar Bravo de Zaragoza es uno de ellos, también un establecimiento de desayuno y meriendas de la calle San Miguel de la capital aragonesa. Uno de sus propietarios reconoce que "en un negocio familiar conseguir 'quorum' en según que temas es prácticamente imposible". "Ya me costó cinco meses que mis hermanos se animasen con las empresas de reparto a domicilio", lamenta. 

Que sea un negocio de barrio ayuda. "Alguna vez he tenido que fiar a alguno de los clientes que más conoces", reconoce este profesional. No poder pagar con tarjeta "no ayuda al que entra al establecimiento". "No es algo propio del año 2023", sentencia.

Coste extra para los comercios

Desde ECOS, recuerdan que los datáfonos para el comercio electrónico no son gratis. "Los establecimientos pagan una cantidad a las entidades financieras en función de su relación bilateral", explica Vicente Gracia. Esa cantidad económica será más notoria en pequeños comercios que en empresas con mucho volumen de ventas, porque no es lo mismo "adquirir un datáfono que 50". Debido a que estas comisiones pueden ser elevadas y poco rentables para un comercio, en ocasiones los propietarios de un negocio suelen poner una cantidad mínima de compra para poder pagar con tarjeta. 

El secretario general de los comerciantes de Zaragoza entiende que el futuro seguirá por esta senda. "Es hacia donde nos quieren llevar", denuncia. No en vano, cada vez existen más problemas para poder sacar efectivo desde los bancos, que prácticamente lo reducen todo a los cajeros automáticos. Esa evolución del sector bancario, el desarrollo de las plataformas de comercio electrónico y los nuevos hábitos de la juventud apuntan a un futuro sin billetes y monedas en el bolsillo.