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CRECIDA EXTRAORDINARIA

Aragón mantiene activado el nivel de emergencia mientras la punta llega al embalse de Mequinenza

El Ejecutivo autonómico continuará con las acciones realizadas hasta la fecha en el cauce tras comprobar los buenos resultados obtenidos

ARAGÓN NOTICIAS / AGENCIAS /
icono foto La mayoría de cultivos de cereal bajo el agua están recién sembrados.

El Gobierno de Aragón no da todavía por cerrado el episodio de la crecida extraordinaria del Ebro y mantiene hasta este viernes el nivel de emergencia de protección civil por inundaciones en previsión de una posible contingencia, dado que el caudal todavía es alto. En las próximas horas está previsto que llegue al embalse de Mequinenza.

Tras participar en la última reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI), la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, ha explicado que la riada no ha producido más afecciones de las previstas y que este viernes volverá a reunirse con el fin de, si se cumplen las previsiones, bajar el nivel de emergencia del Plan de Inundaciones. 

"Las intervenciones, la limpieza del cauce y todos los procesos de deforestación que han hecho tanto la Confederación Hidrográfica del Ebro, como el departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón en esas más de 55 hectáreas limpiando precisamente el cauce, han dado resultado y por tanto es el camino a seguir", ha afirmado la consejera. 

En este encuentro se han analizado también los daños en carreteras y las actuaciones que las administraciones competentes están llevando a cabo para ponerlas en marcha el menor tiempo posible. Además, se han evaluado los procesos que se puesto en marcha en esta crecida con el fin de "avanzar" en el nivel de coordinación "y prepararnos para la siguiente".

Como aprendizaje de este episodio, Pérez ha destacado la "solidaridad y empatía" de los vecinos de los municipios de la Ribera Alta y Baja y de la capital aragonesa. "Tenemos que trabajar juntos independientemente del nivel competencial", ha resaltado, así como establecer recursos para proteger la seguridad de quienes las sufren", ha añadido.

Consecuencias en el tramo final de la Ribera Baja

Con el caudal estabilizado y en descenso, la Ribera Baja hace balance del paso de la crecida. Mediante una mota, los vecinos de Velilla de Ebro han conseguido que el agua no entre en el casco urbano. Sin embargo, ha inundado el campo y también la carretera VP17, cerrada al tráfico. El caudal máximo ha pasado por esta localidad  a primera hora de la tarde y ha anegado un 25% de las hectáreas de la huerta. Los vecinos de este municipio dicen que las crecidas son cada vez más recurrentes y piden poder limpiar el cauce del río.

En Gelsa, el agua ha llegado hasta la mota, pero ha inundado alrededor de 250 hectáreas. Finalmente los niveles han sido inferiores a los de 2015, y eso se traduce en menos incidencias.

En Sástago han tenido que utilizar un generador móvil, porque el municipio está junto al río y siempre que hay crecida se quedan sin luz. Aquí tanto los campos, como el casco urbano se han salvado. "Hay varias mejanas, una en este lado y otra en el otro, donde se hace un meandro grande; y como están los dos ramales del río con las mejanas, hay mucho sitio donde se extiende el agua", ha explicado Rita Pérez, concejala de esta localidad.  

Los caudales máximos se encuentran ya en el tramo de la cola del embalse de Mequinenza, que se acerca al 80% de su capacidad. 

Miles de hectáreas siguen inundadas en toda la ribera. El consejero de Agricultura, Ganadería y Medioambiente, Joaquín Olonase ha comprometido a compensar las pérdidas que no cubra el seguro. Los agricultores todavía no han hecho cuentas, pero manifiestan su preocupación y todavía deben esperar a que se retire el agua para cuantificar la totalidad de los daños.