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PATRIMONIO

Aragón celebra el centenario del monasterio de Sijena como Monumento Nacional

El espacio acoge este martes un Consejo de Gobierno extraordinario, uno de los actos programados a lo largo de 2023 para conmemorar la efeméride

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El monasterio de Villanueva de Sijena, cuna de la Corona de Aragón. / Plataforma Sijena Sí
icono foto El monasterio de Villanueva de Sijena, cuna de la Corona de Aragón. / Plataforma Sijena Sí

El Monasterio de Santa María de Sijena cumple un siglo como Monumento Nacional. Para celebrarlo, este martes acoge un Consejo de Gobierno extraordinario. 2023 también será el año de la reapertura de la exposición de las obras del litigio con la Generalitat catalana y se espera que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre el futuro de las pinturas murales de la sala capitular, que en la actualidad se encuentran en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. "Es una fecha muy especial porque, desde el Gobierno de Aragón, hemos querido recuperar el patrimonio de este monumento invirtiendo en él", ha destacado Felipe Faci, consejero de Educación, Cultura y Deporte del Ejecutivo autonómico, durante su intervención en el programa Despierta Aragón, de Aragón Radio. 

"Estamos trabajando para difundir la historia a través de los panteones reales de la Comunidad. Queremos que los ciudadanos que se acerquen al monasterio lo conozcan más allá de los litigios", ha señalado Faci, quien ha indicado que en los últimos ocho años el Gobierno de Aragón ha invertido tres millones de euros en la rehabilitación de este espacio. 

"Los trabajos en Sijena arrancaron a principios de este siglo, en 2002", ha señalado Luis Franco, arquitecto del plan director del monasterio, quien ha añadido: "Partíamos de un edificio con una riquísima historia vinculada a la de Aragón que había pasado por un proceso de decadencia y destrucción total. Era una ruina". 

Para celebrar el denominado como Año de Sijena, que arrancó el pasado viernes con la plantación de una sabina, desde el Gobierno de Aragón se ha puesto en marcha un programa de actos culturales compuesto por conciertos, exposiciones y recreaciones históricas.

Cuna de la Corona de Aragón

La historia del monasterio de Sijena está ligada al inicio de la Corona de Aragón. Abrió en 1188 y desde entonces ha estado en funcionamiento, con muy pocos intervalos vacío. Sigue en manos de la Orden de Malta y Jerusalén, a la que está adscrita desde el siglo XII. En breve, volverá a ser visitable.

Sancha de Castilla, reina de Aragón, fundó a finales del siglo XII el monasterio. Situado en un punto estratégico de la Corona de Aragón, la reina Sancha creó allí un lugar para retiro y refugio de las mujeres de la familia real, adscrito a la Orden de San Juan de Jerusalén. Llegó a tener en propiedad más de 1.000 kilómetros cuadrados. De lo que se sacaba de esas tierras vivían las residentes. Junto a sus dotes y donativos reales, Sijena se llenó de arte y lujo. Además, también alojó insignes restos mortales. En él fue enterrada la propia reina Sancha, sus hijos Pedro II, y las infantas Dulce y Leonor.

Desde el siglo XIX, las guerras y la desamortización redujeron los ingresos, lo que llevó a las hermanas a vender patrimonio. El monasterio ya había perdido gran parte de su lujo cuando, en 1923, el Gobierno lo declaró Monumento Nacional. Se buscaba mejorar el edificio y proteger las piezas que había, prohibiendo su venta. La Guerra Civil acabó con la mayor parte de la decoración que quedaba, entre lo quemado y las pinturas que fueron luego arrancadas para su conservación.

A finales de los años 70, las monjas sanjuanistas dejaron el lugar. Pocos años después llegaron las hermanas de Belén. Se mantuvieron hasta 2021. En breve podría llegar una nueva comunidad religiosa que habite el recinto. Su presencia tendrá que ser compatible con las visitas que el Gobierno de Aragón prepara para que el público conozca lo que cuentan las piezas.

Quemado y expoliado

El Monasterio de Sijena fue, a lo largo de los años, quemado, expoliado y saqueado. Las últimas religiosas que habitaron el cenobio fueron vendiendo las obras de arte. Las diferentes sentencias judiciales han dado la razón a Aragón y han obligado a Cataluña a devolver un patrimonio que se llevó y adquirió fuera de la ley.

Las monjas de Sijena vendieron 97 piezas en total a la Generalitat y al Museo Nacional de Arte de Cataluña de forma ilegal. Una operación realizada en dos lotes. El primero, en 1992. Fueron 53 las piezas adquiridas por 40 millones de las antiguas pesetas. 23 años después, una sentencia judicial condenó a Cataluña a devolverlas. Entre ellas se encuentran algunas de escaso valor, como cucharillas de plata, una sopera o misales, pero también verdaderas obras de arte, como las dos hojas de puerta de madera policromada del siglo XIII.

De todas, las más relevantes fueron las vendidas en 1983 por una mísera cantidad: 10 millones de las antiguas pesetas pagados por  Cataluña a las monjas por 44 piezas de extraordinario valor, entre las que se encontraban varios sarcófagos. Estas piezas fueron recuperadas por orden judicial en 2017 con el auxilio de la Guardia Civil ante la negativa de la Generalitat a devolverlas. Las piezas fueron cargadas en un camión y escoltadas desde el Museo de Lérida al Monasterio de Sijena.

Todavía quedan por volver las pinturas murales de la sala capitular. De momento, están expuestas en el Museo Nacional de Arte de Cataluña en Barcelona. Se trata de una joya medieval única en el mundo. La Audiencia de Huesca condenó en 2016 al museo catalán a devolverlas porque no son de su propiedad, aunque la sentencia está pendiente de ser ratificada por el Tribunal Supremo.

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