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ENERGÍA

Aragón ya genera el 82% de la energía que consume con fuentes renovables

Además de la producción de energías verdes, en Aragón también se aprovecha la fuerza del agua. Un ejemplo es la central hidroeléctrica reversible de Ip, en Canfranc. Es la única de estas características, pero se están tramitando cinco proyectos similares

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Central reversible de Ip, Canfranc.

El 82% de la energía que genera Aragón procede de fuentes renovables. La mayor parte de esta energía se genera con el viento, pero también se aprovecha la fuerza del agua. En la comunidad autónoma solo hay una central hidroeléctrica reversible y está en el Pirineo. Fue construida en los años 60 y está situada entre dos embalses: el Ibón de Ip, a más de 2.000 metros de altitud, y el de Canfranc. Es la única de este tipo que hay en Aragón, pero ya hay cinco proyectos que planea la empresa Atalaya. El más avanzado se ubicaría en Estercuel, en la provincia de Teruel. 

La central de Ip permite que el agua se transporte de un embalse a otro a través de una tubería de más de 900 metros de desnivel. Cuando el agua entra en la central, las turbinas producen luz durante más de 10 horas. Después se aprovechan los excedentes de producción eléctrica para bombear el agua y devolverla al embalse superior. La energía que produce cada día esta central hidroeléctrica da suministro a unos 15.000 hogares.

Tiene una capacidad de 88 megavatios. Las turbinas generan energía eléctrica en los momentos de mayor demanda, cuando el precio es más elevado, mientras que el bombeo se realiza en los de menor coste. El técnico encargado de la operación y el mantenimiento, Alejandro Palacio, destaca que es en ese momento cuando se aprovecha para "poder subir el agua y utilizarla como batería"

El grupo Atalaya está tramitando otras cinco centrales reversibles en Aragón, aunque la más avanzada es la que prevén construir en Estercuel, para lo que aprovecharán una balsa creada por la actividad minera. 

Fernando Sebastián, responsable de proyectos del Grupo Atalaya, ha explicado que el proceso que siguen las centrales reversibles se fundamenta en almacenar energía limpia para liberarla cuando sea necesario, "a través de una galería de presión y una tubería", que en este caso tiene una caída de más de 900 metros.