No habrá habido fiestas de San Luis, pero en Allueva corre el jamón

La localidad turolense de Allueva ha esquivado la tristeza que deja otro año sin fiestas de San Luis, aplicando el refrán de que "con pan, las penas son menos" y ha regalado a sus vecinos no un pan, pero sí un jamón, a cuenta del tradicional vermú nuevamente suspendido.

La idea partió del consistorio de la comarca del Jiloca y ha tenido muy buena acogida entre los vecinos, agraciados con un presente inesperado en el segundo año de pandemia. Y es que quién le va a decir que no a un buen jamón (de Teruel), sobre todo si llega de manera inesperada.  

Este año no ha hecho falta ni ganar el torneo de guiñote ni imponerse en la competición de frontón. Las actividades institucionales y los actos sociales oficiales siguen muy limitados, así que una vía de escape es el disfrute en grupos reducidos.    

"Se me ocurrió la idea de darles un premio a los vecinos y me salió una bandejica de cerámica y un jamón para cada vecino", explica la alcaldesa, Pilar Molina. Su iniciativa, como otras que sacan adelante los regidores de los pueblos pequeños a lo largo del año, hace comunidad y, en este caso, aporta alegría a los vecinos. Solo hay que ver sus caras saliendo estos días del punto de entrega con su pernil en los brazos. 

"Yo nunca había recibido un aguinaldo y, fíjate, me ha llegado en agosto", confiesa una joven vecina. Otros confiesan con una mueca de satisfacción que, desde que lo recogieron, ya vienen dando buena cuenta del jamón: "Ha caído bien", comenta una señora. "Yo ya lo llevo a medias", cuenta otro vecino.