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SALUD

Alcohol y jóvenes: el consumo en edades tempranas adelanta la presencia de enfermedades neurodegenerativas

Dos de cada cinco adolescentes reconoce haberse emborrachado en el último mes y lo hacen por primera vez a los 13 años

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Un grupo de jóvenes bebe alcohol en la ribera del Ebro.

"Suelo beber cuando salgo de fiesta y algún fin de semana normal. Tampoco suelo beber mucho, una botella o por ahí". Es lo que dice un joven zaragozano a la pregunta de con qué frecuencia bebe alcohol. Beber en la adolescencia de forma intensa y en pocas horas, lo que se conoce como botellón, puede desencadenar enfermedades neurodegenerativas y demencias tempranas, a partir de los 40 años. Para disminuir los daños cerebrales, la Universidad San Pablo CEU de Madrid ha descubierto un compuesto que preservaría las células del hipocampo, el área del cerebro encargado de la memoria y el aprendizaje.

"Hoy en día está muy normalizado beber y la verdad es que la gente lo hace para creerse superior. Si no lo haces no eres guay", señala otro joven cerca de la ribera del Ebro, donde se concentran grupos de chavales para beber antes de salir de fiesta los fines de semana. De hecho, dos de cada cinco adolescentes reconoce haberse emborrachado en el último mes, según un estudio del Ministerio de Sanidad. 

"Los jóvenes beben mucho, sobre todo, y yo también me incluyo, por aceptación social y quizá por experimentar un poco. Nos creemos mayores, pero es verdad que con 13 años se te va de las manos", apunta una jovencísima zaragozana. Es a esa edad precisamente, a los 13 años, cuando se empieza a consumir en España, pero el cerebro sigue desarrollándose hasta los 30.

Por eso, los efectos del consumo prematuro de bebidas alcohólicas en grandes cantidades perjudica y mucho. "Esos efectos de lo que vulgarmente llamamos botellón lo que produce es un efecto muy marcado sobre la matriz cerebral, que es la armadura que rodea las neuronas y las células cerebrales", explica el catedrático de Farmacología de la Universidad CEU San Pablo, Gonzalo Herradón. 

Laboratorio de la Universidad CEU San Pablo.

Esos progenitores neuronales ayudan a envejecer mejor, pero el alcohol termina dañándolos. En el laboratorio han investigado cómo mitigarlo y han descubierto que suministrando a los ratones la proteína 'MY10' antes de beber alcohol, el hipocampo permanece intacto. Eso evitaría enfermedades prematuras, como señala Herradón: "Ese consumo intenso de alcohol durante la adolescencia puede adelantar las demencias al dejarnos sin las células de reserva en el hipocampo para que el cerebro envejezca bien".

De momento, el suyo es solo un ensayo. Hasta que se puedan ver sus frutos, lo importante sigue siendo concienciar y prevenir.