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CIENCIA

270 investigadores de todo el mundo trabajan en Canfranc para resolver preguntas todavía sin respuesta

El Ministerio de Ciencia ha aprobado recientemente una financiación de 11 millones de euros hasta 2031

S. R. /
El Laboratorio Subterráneo de Canfranc (Huesca). / Europa Press
icono foto El Laboratorio Subterráneo de Canfranc (Huesca). / Europa Press

Saber si el ser humano es capaz de vivir sin radiación o cuál es el origen del universo son dos de los enigmas que tratarán de resolver en los próximos años en Canfranc, a 850 metros de profundidad. Justo ahí es donde se ubica el Laboratorio Subterráneo de Canfranc (LSC), bajo el monte Tobazo.

Este es el epicentro del conocimiento de 25 investigadores fijos y hasta 270 científicos itinerantes de 14 países que colaboran en diversos proyectos. "Generamos atracción de talento", indica el director del LSC, Carlos Peña. Italia, Alemania, Francia, Portugal, Polonia, Israel, Estados Unidos, Colombia o Japón son solo algunas de las naciones que guardan relación con este centro de investigación, oculto entre el túnel de Somport y el antiguo túnel ferroviario.

La radiación cósmica llega a (casi) todas las partes del mundo. Traspasa paredes y atraviesa nuestro cuerpo, generando descargas eléctricas. Solo unos pocos lugares, por su ubicación estratégica, consiguen esquivar este tipo de energía. En España, uno de ellos este laboratorio en Canfranc, en Huesca. Esto permite a científicos, ingenieros o investigadores de empresas realizar experimentos en un ambiente filtrado, sin la influencia de partículas subatómicas procedentes del espacio exterior, lo que se conoce como 'silencio cósmico'.

En la última década, Canfranc se ha convertido en un referente absoluto de la investigación. Nació en 1986, cuando los investigadores de la Universidad de Zaragoza empezaron a usar el túnel del Somport, ya en desuso desde el año 70. "Tú vas a los centros de referencia en el mundo, por ejemplo, a Japón, y Canfranc es reconocido por su laboratorio subterráneo. Es un lugar de referencia por tamaño e importancia. Es el segundo más potente de Europa, porque el primero está en Italia donde se ubica el más grande del mundo", apunta el director. La financiación autonómica, nacional e internacional es fundamental para su proyección. Recientemente, el Ministerio de Ciencia ha aprobado destinar 11 millones para los años 2022-2031. "Es una apuesta de un país y de una sociedad que lo que quiere es entender lo que nos rodea", añade Peña.

Igualmente, el futuro del Laboratorio Subterráneo de Canfranc es prometedor. "Estamos creciendo muy bien en los últimos años. Hemos multiplicado por dos o por tres nuestros números. Hay una inversión continuada. Esto nos permite tener un horizonte claro porque hay experimentos que tardan años en completarse", explica el director. 

¿El ser humano es capaz de vivir sin radiación?

Una de las investigaciones que se desarrollan en el Laboratorio Subterráneo de Canfranc trata de responder si el ser humano es capaz de vivir sin radiación. La respuesta, de momento, se desconoce. Aunque este enigma podría tener pronto una solución. "Podríamos saberlo en unos 3 ó 5 años, estamos empezando a tener resultados. En contra de lo que uno esperaría, sabemos que la vida es peor", adelanta Peña. Lo sorprendente de este descubrimiento es conocer que aunque 'a priori' la radiación tiene un impacto negativo sobre la vida, el ser humano lleva tanto años expuesto a ella que su eliminación resulta dañina. Lo conveniente, resolver en qué medida afectaría a la salud o al envejecimiento y cómo se podría tratar. "Conocer esto tendría relevancia a la hora de hacer un viaje espacial, por ejemplo, donde este tipo de radiación no existe", aclara Peña.

Otro gran proyecto liderado en el LSC consiste en conocer el origen del universo gracias a un telescopio que se instalará en Japón en el año 2027. El objetivo es descubrir a través de la observación de las estrellas el comportamiento de los neutrinos. Para desarrollar el telescopio, científicos de todo el mundo trabajan desde Canfranc. "Somos líderes en tecnología, vamos a hacer experimentos fundamentales y ya hemos hecho avances muy importantes. Pero seguimos en la brecha porque lo que buscamos es muy grande", dice al respecto Peña. Algunos de los experimentos que se han realizado en el laboratorio se están usando actualmente para ver pequeños cánceres o para el control medioambiental. "El laboratorio es un canalizador de los investigadores hacia la industria y de los investigadores a la industria", agrega.

Empleos directos en una población de 500 habitantes

El Laboratorio Subterráneo de Canfranc, con sus condiciones indispensables para llevar a cabo experimentos de física y astrofísica, es también una de las actividades que hacen latir el corazón de la economía del municipio de Canfranc, de poco más de 500 habitantes. De él dependen decenas de trabajos directos y cientos de indirectos, ya que además de científicos detrás de estas instalaciones hay personal de limpieza, de abogacía, de seguridad, etc. "Son personas que viven en el territorio, que alquilan apartamentos o se alojan en hoteles, que comen y cenan en establecimientos, que atraen visitantes, etc. Es toda una industria", reconoce el alcalde, Fernando Sánchez. 

Como resultado de la relación entre el laboratorio y el Ayuntamiento de Canfranc, desde hace tres años permanece abierto en la Casa de los Abetos de Canfranc-Estación la sala museo del LSC. Allí se puede encontrar material didáctico, como vídeos y paneles explicativos, y muestras de experimentos con información detallada.