Cuatro establecimientos de Aragón compiten en Madrid Fusión por tener la mejor tapa de España

"Tenemos una ilusión tremenda. Nos vamos a Madrid hasta el miércoles con el objetivo de estar en la final". Son palabras de Iris Jordán, chef del restaurante Ansils, de Anciles, en Huesca y que se podrían extrapolar a los otros tres establecimientos aragoneses que desde este mediodía compiten en el Campeonato Oficial de Hostelería de España de Tapas y Pinchos que se celebra en el certamen Madrid Fusión.

"De joven te lo puedes imaginar, pero otra cosa es cuando te llaman para participar". Su 'Leche-Civet de Jabalí-Saúco' aparece entre las 31 tapas que entran en concurso. "La idea surgió en primavera, rápidamente, de un día para otro", recuerda Jordán. Y elaboraron un producto con lo que en ese momento tenían a mano y que le sirvió, entre otros galardones, para ser finalista del concurso nacional de tapas, el pasado mes de noviembre en Valladolid.

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La Clandestina y su 'Cruz de navajas'

Más experiencia tiene Susana Casanova, chef de La Clandestina, en Zaragoza. Su 'Cruz de navajas' es una tapa que se vuelve a presentar en un certamen nacional porque, según dice su creadora, "le tiene mucha fe al estar hecha con productos de la tierra". Su creación, confiesa, "fue una ida de olla". "Hay que salirse de los cánones cuando concursas, ser más atrevido y transgresor", añade. 

El día de la elaboración hay que estar "muy fino". En media hora, es necesario preparar el producto y estar pendiente de entrevistas y preguntas del jurado. "Esta tapa tiene siete elaboraciones distintas y es imprescindible que todos los sabores peguen entre sí", matiza Casanova. 

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La victoria, un sueño

El cuarteto de participantes lo completan La Barrica, de Teruel, con su 'Regañao' y la Brasería Fire, en Zaragoza, con un 'Magañico'. El primer objetivo de todos es pasar a la final, aunque son conscientes de que hay "mucho nivel nacional de restaurantes excelentes". "No se puede decir que haya favoritos", dicen ambas chefs. Por eso, aseguran que en un momento así hay que vivir la experiencia de la mejor manera posible. "Y si suena la flauta, pues fenomenal", añaden. Al final, como sentencia Susana Casanova, "este orgullo que supone representar a los tuyos ya nadie te lo va a quitar".