Una asignatura pendiente con los equipos de arriba

Había ganas en La Romareda del partido del Real Zaragoza contra el Alavés. Una prueba de nivel contra el ahora tercer clasificado, un conjunto muy trabajado con una extensa plantilla que llevaba tres victorias seguidas, con una premisa clara: ganar y enlazar dos victorias consecutivas. No pudo ser: pese a que el conjunto aragonés no hizo tan mal partido como dice el resultado de 1-4, no pudo imponerse a un rival que le terminó pasando por encima. Ni el golazo de Bebé fue consuelo para un público que se marchó a casa desencantado con lo visto. Golpe de realidad ante uno de los favoritos al ascenso, una tónica que desgraciadamente se ha visto esta temporada.

El Zaragoza no ha sido capaz de ganarle a ninguno de los nueve primeros clasificados. Contra los dos primeros clasificados no empezó mal: dos empates a cero en las dos jornadas de inicio de Liga ante Las Palmas y Levante para arrancar el fallido proyecto de Juan Carlos Carcedo. Al entonces entrenador blanquillo sí que comenzaron a torcérsele las cosas ante el cuarto Granada -derrota en la jornada 12- y el quinto Eibar -empate contra diez en la 8-. Contra el ahora sexto, el Albacete, tampoco pudo un Escribá que acababa de llegar, en uno de los partidos más planos con el nuevo entrenador. 

También empató Escribá ante el séptimo Burgos, en el segundo partido de Liga tras su llegada. Un partido de buenas sensaciones que no tuvo premio. Contra el Leganés, octavo, el equipo cayó en Butarque justo antes de Navidad; y ante el Cartagena, noveno, se perdió aún en mitad de los calores de agosto, en un polémico partido en el que el árbitro expulsó de forma injusta a Grau antes de un gol de De Blasis en el que pudo haber mano.  

Al décimo, el Huesca, sí que se le batió con una goleada por 3-0. Y es que de media tabla para abajo el conjunto aragonés sí que es solvente y saca los partidos adelante. De ellos, solo se ha perdido contra el Racing, el Sporting, el Andorra (los tres por la mínima) y el Mirandés.