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Todo pasa por comenzar bien en La Romareda

El conjunto aragonés disputa las dos primeras jornadas como local recibiendo al Villarreal B y al Valladolid

Aragón Deporte /
Los jugadores del Real Zaragoza celebran un gol esta pretemporada.
icono foto Los jugadores del Real Zaragoza celebran un gol esta pretemporada.

El Real Zaragoza inicia este fin de semana la que va a ser su undécima campaña en Segunda División, pero lo hace con optimismo y con buenas sensaciones. Ha cerrado la pretemporada con un balance de 4 victorias y 3 derrotas y han conseguido ver portería en todos los partidos salvo uno.

Los jugadores y cuerpo técnico saben que deben comenzar la temporada de la mejor manera posible, y sobre el papel, les beneficia el calendario. Los zaragocistas jugarán los dos primeros como locales recibiendo al Villarreal B y el Real Valladolid y todo pasa por hacerse fuertes en La Romareda. Serán dos duelos completamente distintos y con diferentes matices. En el caso del mini submarino, llegará al partido con algunas bajas, ya que algunos jugadores tendrán que ir convocados con el primer equipo para el primer partido de liga, como han estado haciendo durante parte de la pretemporada. A priori, debería ser la mejor fecha para enfrentarse a un filial. El segundo duelo ante el Valladolid podría parecer complicado, pero la situación del equipo vallisoletano lo cambia todo. Pese a que es un equipo recién descendido, atraviesan una complicada situación financiera en la que tiene poco más de once jugadores del primer equipo. Aún con todo, el Real Zaragoza tiene muchas experiencias negativas en la categoría y no conviene fiarse en ninguna de las dos situaciones.

Hasta el momento, los fichajes del mercado estival, más el regreso de Marc Aguado, están cumpliendo con las expectativas. La única incorporación a la que todavía no se le ha visto en acción ha sido a Leceouche, que ya avanza en su recuperación de la fascitis plantar. El resto de los fichajes muestran a un Maikel Mesa que se ha afianzado como el pichichi del equipo. Toni Moya, con su faceta a balón parado, y la entrega de Sinan Bakis y Sergi Enrich.

La vuelta de Víctor Mollejo ilusiona al zaragocismo, y al propio jugador, que no se quiso perder el amistoso ante el Nástic. Lo mismo que Poussin, que poco pudo hacer en sus únicos 45 minutos de la pretemporada. Todavía queda esperar la llegada de extremos y de un cuarto central, además de cerrar las salidas de Igbekeme y Manu Molina. Todo lo necesario para que los más de 26.000 abonados celebren la que puede ser una temporada histórica. 

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