Objetivo: Volver a ganar en La Romareda

El Real Zaragoza tiene esta tarde una misión: volver a ganar en La Romareda. El equipo que dirige Juan Carlos Carcedo recibe en su estadio al FC Andorra (16:15 horas), uno de los equipos más vistosos hasta la fecha de la Segunda División y que llega con la moral por las nubes después de haber derrotado con contundencia el pasado fin de semana a la Ponferradina (3-0). Un duelo intenso del que el Zaragoza quiere salir reforzado.

Juan Carlos Carcedo se mostró ayer lunes convencido de que sus jugadores van a ganar este partido. El técnico ha recuperado crédito con la victoria el pasado viernes en Tenerife, pero el preparador vuelve a tener un examen ante una Romareda que le ha puesto en tela de juicio recientemente. Lo cierto es que un triunfo del Real Zaragoza le afianzaría en la zona media de la tabla y le cargaría de argumentos para visitar el próximo viernes al Alavés, actual segundo clasificado. Para este encuentro siguen siendo baja Azón y Bermejo y habrá que ver qué pasa con Francho, que ya ha trabajado esta semana con el grupo pero con el que el entrenador quiere tener cuidado para no forzarle. Carcedo reconoció este lunes que hará cambios en el once buscando piernas frescas en una semana de tres partidos.

El FC Andorra se presentará en La Romareda con su propuesta de fútbol atrevido y la intención de mandar en el partido con la posesión de la pelota. Una propuesta que ha caracterizado al equipo de Eder Sarabia durante este inicio de curso y que le ha dado buenos resultados, ya que los andorranos son actualmente undécimos con 18 puntos. Un triunfo en La Romareda acercaría bastante al equipo a la zona de promoción de ascenso. El técnico visitante planea cambios para jugar en La Romareda y uno de ellos será el regreso de Marc Aguado al once. El jugador del Real Zaragoza, cedido en el Andorra este curso, tiene ante sí una papeleta complicada al medirse al equipo de su vida en una temporada en la que está siendo uno de los mejores jugadores del Andorra. No solo lo sufrirá él, sino que su padre, Xavi, también lo vivirá con tensión desde la grada.