El Real Zaragoza se vuelve a quedar a cero

Una de las causas del primer bajón del Real Zaragoza de Fran Escribá está siendo indudablemente el gol. Los datos están ahí, sangrantes: en los últimos siete partidos solo ha anotado dos goles. Cifras catastróficas que han hundido a un equipo que en enero no tenía tan malas sensaciones. El conjunto aragonés sacaba los partidos e incluso se permitía remontadas espectaculares como la de Villarreal, cuando anotó tres goles en la segunda parte. Era 14 de enero, justo la antesala de la preocupante sequía. En el siguiente partido, ante el Sporting, un Zaragoza con diez se quedó a cero. Seis partidos después, solo Bebé ha marcado -dos goles-. Fueron en la victoria ante el Andorra por 0-1 y en la derrota ante el Alavés por 1-4. En el resto de partidos, la derrota ante el Málaga por 3-0 y las tres igualadas contra Ponferradina, Burgos y Lugo. 

Es el Real Zaragoza que más empata a cero de la historia, con 8 igualadas. Ya supera a las de los dos años anteriores, también de récord (fueron seis en total). Los 23 goles a favor del conjunto zaragozano suponen la peor cifra de este curso en Segunda, solo superada a estas alturas por el Zaragoza de la temporada 20-21. ¿Qué pasó en enero? Dos nombres destacan: los lesionados Mollejo y Azón. El primero se rompió el tobillo ante el Villarreal B tras participar activamente en la remontada; el segundo solo ha podido jugar dos ratos ante Sporting y Ponferradina antes de recaer de su lesión. Dos jugadores jóvenes, incisivos, que tenían mucho protagonismo en el 4-4-2 de Escribá (sobre todo Mollejo). Con ellos Simeone, que no marca desde diciembre, se crecía.

Ante el Leganés, Escribá tendrá que seguir exprimiendo su plantilla al máximo. Gueye no logra remontar su situación, Puche no encaja como segundo punta, así que el valenciano pobló contra el Lugo el centro del campo dejando muy solo a Simeone. Es conocido el lamento del valenciano de que la segunda línea apenas aporta gol... ¿la solución? ahora mismo solo está la excesiva dependencia de un Bebé que contra el Lugo rozó el gol en dos ocasiones. Con el descenso, paradójicamente, cada vez más lejos, tiempo tiene Escribá para arreglar la sequía goleadora y escapar de una situación de crisis que empieza a preocupar.