Bienvenidos al infierno (0-2)

El Real Zaragoza se ha metido en un lío. Y quien lo ha provocado no es el matón de la clase, sino un Alcorcón que era de largo el peor visitante de los últimos meses al haber sumado apenas un punto en sus últimas nueve salidas. En realidad es la historia de siempre: el equipo en decadencia que revive en La Romareda. La diferencia en esta ocasión es que ese resultado (0-2) deja al Zaragoza a solo dos puntos del abismo del descenso y a la grada hastiada y hasta enfrentada con su equipo, como dejó claro en la recta final. Un relato tan inesperado como peligroso a falta de 8 jornadas para finalizar. Cierto que en la siguiente el equipo sumará 3 al medirse al descalificado Reus, pero eso no ocultará que la amenaza del descenso es más que real.

Al contrario de lo que había sucedido en las recientes citas en La Romareda, el duelo empezó con curvas para el Real Zaragoza. Juan Muñoz encontró una autopista entre Alex Muñoz y Verdasca para adelantar al Alcorcón cuando algunos espectadores ni siquiera habían ocupado su asiento. El exzaragocista definió a la perfección ante Cristian Álvarez en una acción que retrató a los centrales blanquillos. Corría el minuto 4 y el Alcorcón decidió replegarse sobre su área. El Zaragoza siguió a lo suyo, amasó la posesión como el gusta a Víctor Fernández y comenzó a acumular ocasiones. Pombo rozó el gol en un mano a mano en el que Dani Jiménez se volvió enorme con un paradón y Carlos Nieto estuvo cerca de sorprender al meta rival desde fuera del área.

Esa buena inercia del Real Zaragoza pese a la derrota momentánea, se frenó por completo con los cambios que introdujeron ambos equipos mediado el primer acto. El Zaragoza introdujo a Guti por el lesionado Igbekeme; el Alcorcón sentó a un Boateng superado en todas las acciones por Toribio. Unas variaciones que frenaron a los locales y asentaron al rival, que dejó de conceder ocasiones con tanta facilidad. El Zaragoza perdió la creación y zancada de Igbekeme, mientras el Alcorcón ganó en poso y temple. Solo Carlos Nieto, un puñal por banda izquierda, se presentaba como una amenaza real de un equipo que se fue diluyendo para llegar al descanso por debajo en el marcador.

El Zaragoza se encontraba al borde del abismo del descenso y la situación exigía soluciones. Víctor Fernández dio entrada a Linares por Soro, que poco peso había tenido en el primer acto. Sin embargo, pese al cambio ofensivo fue el Alcorcón el que golpeó primero. En una nueva duda defensiva, Gavilán armó un disparo desde la frontal que Cristian envió a saque de esquina con la punta de los dedos. Fue el mayor síntoma de que el Alcorcón buscaba el zarpazo que le permitiera cerrar el partido. A ello respondió el Zaragoza con dos claras acciones. Primero Pombo se topó con un inmenso Dani Jiménez en un mano a manos y después Linares no logró convertir una clara ocasión que sacó un defensa. En ambas acciones Álvaro Vázquez reclamó su parte de protagonismo dibujando dos asistencias magníficas. 

Ese intercambio de golpes hacía presagiar que el gol podía llegar en cualquier momento. Y el damnificado fue el Real Zaragoza. Una pérdida de Pombo en zona de ataque se convirtió en un contragolpe que Sangali acabó a Juan Muñoz para que el punta matara el partido con el 0-2. La Romareda se quedó helada, el equipo se convirtió en un quiero y no puedo y el único que parecía capaz de hacer un gol era el Alcorcón. Nadie lo hizo y eso provocó que el Real Zaragoza haya entrado en el laberinto. Veremos si es capaz de encontrar la salida.

Fícha técnica:

Real Zaragoza: Crisitian; Zapater, Verdasca, Alex Muñoz, Carlos Nieto; Eguaras, Igbekeme (Guti, 21'), Pombo (Aguirre, 71'), Pep Biel; Soro (Linares, 45') y Álvaro Vázquez.

Alcorcón: Dani Jiménez; Laure, Héctor Rodas, David Fernández, Aly Abeid; Boateng (Toribio, 23'), Silvestre, Sangali (Dorca, 73'), Borja Galán; Juan Muñoz y Gavilán (Casadesús, 51').

Goles: 0-1 Juan Muñoz (4'), 0-2 Juan Muñoz (68').

Árbitro: Pérez Pallás. Amonestó a Boateng (8'), Gavilán (22'), Silvestre (36'), Toribio (59') y Dani Jiménez (75').