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MEDIO AMBIENTE

Volver a la agricultura tradicional en los campos de secano es clave para recuperar la biodiversidad

SEO Birdlife trabaja para impulsar la vida silvestre en los cultivos de cereal y vid, en los que no se utiliza maquinaria ni productos químicos

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Campo de secano en Torrecilla de Valdemadrid (Zaragoza).

A simple vista quizá no lo parezca, pero los campos de secano esconden una gran fuente de riqueza para la biodiversidad de una zona. De su uso correcto y respetuoso dependen multitud de especies, algunas en peligro de extinción, como los milanos reales, las gangas o los sisones. 

Desde SEO Birdlife en Aragón trabajan para impulsar la vida silvestre y la adaptación al cambio climático en campos de cereal y vid de la Comunidad, gracias a su participación, junto a otras cuatro regiones, en el programa Secanos Vivos, financiado con fondos europeos. De momento, está en funcionamiento en Zaragoza, aunque en breve llegará también a la provincia de Huesca.

 "La biodiversidad, de la que dependen también los cultivos, es la misma que para los insectos que trabajan polinizando, que se comen las plagas", indica el delegado de la entidad, Luis Tirado.

Em Torrecilla de Valmadrid, en Zaragoza, trabajan para proteger la fauna, al tiempo que se emplean a fondo para hacer que aumente la rentabilidad del secano. Conseguirlo, dicen, depende de pequeños gestos, como reducir el uso de maquinaria o aumentar el de semillas sin tratar, que ayudan además a reducir gastos, presencia de químicos y emisiones de CO₂. 

Lucha contra el cambio climático

"Son acciones que reducen el consumo de fitosanitarios y de abonos, porque la propia materia orgánica va a hacer de abono. Consiste en adaptarnos a una situación de ahorro", mantiene Tirado, quien recuerda que el 20% de la avifauna de Aragón ha desaparecido en menos de tres décadas.

Se trata, por tanto, de algo tan sencillo como regresar a la agricultura tradicional, pero con innovación y desarrollo. Para analizar qué es lo que mejor se adapta al terreno estudian cómo funcionan distintas variedades, entre ellas, algunas casi desaparecidas.

"Pruebas con diferentes variedades para valorar la producción, la rentabilidad y el rendimiento. Luego, en el proyecto vamos a probar variedades diferentes de lentejas y guisantes. Vamos a ver qué funciona. Al final, sabremos qué es lo que da una mayor rentabilidad dentro de estas características", explica Fernando Rebollo, técnico agrario del proyecto.

Aseguran que las variedades tradicionales pueden ser la clave para adaptarse en el futuro al cambio climático.