Una de cada seis mujeres se dedica a tareas domésticas y a cuidados, lo que aumenta su riesgo de pobreza

El reparto desigual de los cuidados y de las tareas domésticas deja a las mujeres en una situación de vulnerabilidad con más riesgo de caer en la pobreza y en la exclusión social. Es la principal conclusión del informe elaborado por la Red Europea de la Lucha contra la Pobreza sobre ‘Economía de los cuidados, desigualdad de género y pobreza en la atención a familias con necesidades sociosanitarias’, que cifra en una de cada seis las mujeres que se dedica a estas tareas, frente a tan solo un 0,3% de los hombres.

Esta desigualdad también tiene otras consecuencias: frena el desarrollo profesional de las mujeres, dificulta la conciliación y limita sus recursos, los económicos y el tiempo. "La sociedad sigue cargando en los hombros de las mujeres las tareas de cuidados lo que unido a su discriminación del mercado laboral se refuerzan. Cuando hablamos de pobreza y mujeres tenemos que hablar de trabajos de cuidados", subraya Clara Urbano, autora del informe.

Este estudio es un análisis sobre las políticas de cuidados en el momento actual, tras la crisis provocada por la pandemia de coronavirus. Destaca también que el 21,6% de las mujeres trabajan a tiempo parcial, por el 6,6% de los hombres. Además, el 95% de las reducciones de jornada las han solicitado ellas.

El riesgo de exclusión aumenta todavía más entre las migrantes que, en muchas ocasiones, trabajan en condiciones de precariedad. "Hay un porcentaje muy alto de mujeres migrantes que también tiene una restricción de derechos y recursos todavía menores que las mujeres de aquí", insiste Urbano. 

Según ha detallado en el acto de presentación del estudio la coordinadora del informe, existe una crisis de los cuidados que venía de antes de la pandemia, pero que se ha recrudecido aún mas por la evidencia de que el ser humano es vulnerable.

Por eso, desde la Red Europea piden reconocer el derecho a conciliar. También, tratar los cuidados con perspectiva de género. A los hombres les reclaman más responsabilidad en las tareas domésticas para distribuir el tiempo y la riqueza.