Un tribunal chileno ordena reabrir la investigación sobre la muerte de Pablo Neruda

La Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago de Chile ha ordenado reabrir la investigación por la muerte del poeta chileno Pablo Neruda, 12 días después del golpe de Estado encabezado por Augusto Pinochet en septiembre de 1973. El Juzgado, en un fallo que ha contado con la unanimidad de todos los miembros, considera que hay antecedentes suficientes para considerar que la investigación no se ha agotado y que existen "diligencias precisas" que podrían servir para esclarecer los hechos. Y, en base a este argumento, se ha ordenado "la reapertura del sumario". 

La juez que está a cargo de la investigación, Paola Plaza, ha señalado que debe esclarecerse si el Premio Nobel falleció por el cáncer de próstata avanzado que lo aquejaba o si fue envenenado por un agente secreto de la dictadura. La investigación del caso se cerró el 25 de septiembre y en diciembre volvió a rechazarse, pero tanto la familia de Neruda como el Partido Comunista, en el que militaba el poeta, habían apelado la decisión. 

La abogada de la familia, Elisabeth Flores, ha apelado a la unanimidad del fallo que, ha dicho, supone "un espaldarazo" a la lucha que empezaron hace 14 años. Consideran que con esta decisión han conseguido reabrir una investigación a la que "querían poner una lápida". 

Esta decisión, ha señalado Juan Andrés Lagos, del Partido Comunista de Chile, ratifica las denuncias interpuestas y los antecedentes que han recopilado y que, a su juicio, demuestran que existió la "intervención del aparato de terrorismo de Estado de la dictadura cívico-militar de Pinochet". 

El autor de "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" falleció el 23 de septiembre de 1973 en la Clínica Santa María, en Santiago, un día antes de exiliarse en México. La tesis del envenenamiento fue planteada públicamente por primera vez por el chófer y secretario personal del poeta, Manuel Araya, que falleció en junio del año pasado y que fue una de las últimas personas que lo vio con vida.

Su testimonio fue la base de la denuncia que presentó el Partido Comunista, apoyado por parte de la familia, y que en 2011 dio origen a la investigación que ahora debe reabrirse. "La verdad tarda en llegar, pero lo está haciendo de a poco", ha afirmado el  querellante y sobrino del poeta.
La investigación, que ha contado con la participación de tres paneles de expertos internacionales, sufrió en vuelco en 2017, cuando el segundo grupo de especialistas desestimó la versión oficial que apuntaba al cáncer de próstata como causa de muerte y encontró "clostridium botulinum" en una muela del poeta. Es el responsable del botulismo, un bacilo que se encuentra por lo general en la tierra y que puede causar problemas al sistema nervioso e incluso la muerte.

Un tercer panel de expertos de las Universidades Canadá y Dinamarca reveló hace un año que la bacteria "estaba en su cuerpo en el momento de la muerte", lo que para la familia fue interpretado como una prueba irrefutable de que Neruda fue "envenenado" durante su permanencia en la clínica. La incógnita, sin embargo, sigue siendo de qué forma natural o intencionada se habría introducido en el cuerpo esta toxina, que también suele encontrarse en alimentos enlatados mal preservados.