Publicidad
ELECCIONES 28M

Un sorteo decidirá quién es el nuevo alcalde de San Mateo de Gállego

PP y PSOE tienen empate técnico con 807 votos cada uno y será el azar y la Junta Electoral los que determinen al ganador de las elecciones

ARAGÓN NOTICIAS /
Una calle de San Mateo de Gállego, Zaragoza
icono foto Una calle de San Mateo de Gállego, Zaragoza

El azar será el que determine quién va a ser el alcalde de San Mateo de Gállego durante los próximos cuatro años. Los 3.500 habitantes de la localidad zaragozana han sido capaces de repartir sus votos de manera equitativa entre los canditados de PP y PSOE, al sumar 807 papeletas cada uno. El artículo 196 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) regula la elección de alcaldes también en caso de empate técnico. Según recoge la norma, es el municipio, previa aprobación de la Junta Electoral, el que decide cómo se lleva a cabo dicho sorteo.

Es difícil que esta paradoja ocurra, pero no imposible cuando se trata de localidades pequeñas. Tras acudir a las urnas, los vecinos de San Mateo de Gállego tendrán que esperar a que una moneda al aire decida si el socialista José Manuel González o el popular Joaquín Ibáñez se convierte en el nuevo primer edil del municipio. Aunque también puede ser que la moneda al aire no sea el tipo de juego de azar elegido para deshacer el entuerto porque la ley no especifica que esta deba ser la modalidad escogida. Podrían decantarse por una partida de cartas, un bingo o un 'piedra, papel o tijera' para certificar a uno de los dos como alcalde, siempre que la Junta Electoral y los aspirantes aprueben el método a seguir.

Algunos vecinos del municipio se lo toman con humor. Los hay que quieren que se resuelva a cara o cruz. Otros piden que sea la Junta Electoral la que decida el tipo de sorteo que se va a celebrar. Alguno, más solemne, solicita a ambos candidatos que se pongan de acuerdo por el bien del municipio

Recurso de nulidad de un puñado de votos

Lo cierto es que tanto PP como PSOE han recurrido la nulidad de un puñado de votos que podrían hacer que no se tuviera que llegar a un desempate por sorteo. También existe otra solución salomónica, que haría que los cuatro años de gobierno se repartiesen entre ambas formaciones. Algo que, de momento, ambos candidatos no tienen en mente.