'Un amigo para Martín': la campaña de 'crowfunding' que busca un perro de ayuda para un niño autista

Martín Perera es un niño de cuatro años al que, tras la pandemia, le diagnosticaron que sufría un trastorno del espectro autista (TEA). Esta discapacidad provoca que el menor tenga problemas con la comunicación y la interacción social. La familia ha abierto un 'crowfunding' para conseguir el dinero que le permita al pequeño disponer de un perro guía que le ayude en su socialización.

Fue la guardería, tras la pandemia, la que alertó a la madre de Martín de que el pequeño tenía un comportamiento característico de niños autistas. Hasta entonces, esta familia monoparental, ante la falta de contacto con el exterior por las restricciones de la covid-19, no había percibido ninguna señal de alerta. "No tenía referencias de lo que es el autismo ni nadie cercano que pudiera observar el problema", se lamenta la madre, Yolanda Perera, aunque intuitivamente "algo raro notó".

Tras interiorizar su nuevo día a día, trabaja de manera incansable para mejorar la calidad de vida de su hijo. "Es una experiencia de aprendizaje mutua", dice con ternura. Martín es una persona que dispone de un amplio vocabulario, pero le cuesta formar una frase completa y eso genera episodios de frustración, con los que hay que lidiar. Son crisis difíciles de controlar que pueden suponer en el pequeño reacciones impredecibles. "Un día en la playa empezó a correr, sin mirar atrás, y fue difícil ir tras él", recuerda Yolanda. 

La socialización es uno de las carencias que muestran las personas con TEA. En Martín no es una excepción. "Los sitios con gente son un problema porque se altera con facilidad y es más sencillo que sufra una crisis", advierte la madre del menor. Por eso, Yolanda ha puesto sus ojos en una asociación que trabaja con perros guía para niños autistas. Estos animales son capaces de prevenir uno de esos ataques y minimizarlos. 

Un perro que ayude a Martín

Buceando por internet, Yolanda se topó con la asociación DogPoint. Desde hace décadas preparan perros labrador para ser guías de personas con TEA. Yolanda contactó con ellos y creó la campaña de 'crowfunding' 'Un amigo para Martín', que busca recaudar fondos para sufragar los más de 25.000 euros que cuesta adquirir, entrenar y preparar a uno de estos animales. 

"No vale un perro cualquiera", explica la progenitora del menor. Es necesario uno de la raza Labrador, que durante su primer año de vida pase un filtro de entrenamiento general. Tras este periodo, puede que el animal no tenga las habilidades para este tipo de trabajo. Todo eso conlleva "un elevado gasto", al que hay que añadir, en caso que pase la primera criba, la preparación específica que el can debe realizar junto a Martín durante, al menos, ocho años. "No es lo mismo el comportamiento de un niño autista con cuatro que con 10 años, y el animal tiene que adaptarse a cada etapa", sentencia Perera.

Los beneficios que aportan estos animales son infinitos. El más importante, el de regular las crisis y acortarlas. También les ofrece tranquilidad a la familia, como la de poder caminar por una calle concurrida sin sobresaltos.