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SALUD

Tres de cada diez partos en España son inducidos: cuándo se practican y cómo afectan a los bebés

Según las últimas estadísticas del Ministerio de Sanidad, estos alumbramientos se han incrementado un 10% desde el año 2010. Este aumento podría deberse al retraso de la maternidad

L. B. /
En Aragón se produjeron, en 2022, 8.844 partos. / Canva
icono foto En Aragón se produjeron, en 2022, 8.844 partos. / Canva

En Medicina, se entiende por parto inducido el procedimiento por el cual se trata de iniciar este proceso de manera artificial antes de que suceda de manera espontánea. En la realidad, es una práctica que en España se realiza en tres de cada diez casos, una cifra que ha ido aumentando exponencialmente en los últimos años. Según las últimas estadísticas del Ministerio de Sanidad, relativas a 2021, los partos inducidos suponen un 28,84% del total, un 10% más que en el año 2010 y algo menos que el pico que llegó a alcanzarse en 2018, cuando sobrepasaron el 34%. Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) recogen que el número total de partos que se produjeron en Aragón en 2022 fue de 8.844.

Las indicaciones más frecuentes que llevan a aplicar este tipo de procedimientos en los hospitales, según indica Carlos de Bonrostro, ginecólogo de la Unidad de Medicina Materno-Fetal del Miguel Servet de Zaragoza, son las gestaciones cronológicamente prolongadas -aquellas que sobrepasan la semana 41-, la rotura de la bolsa amniótica, la diabetes gestacional o la preeclampsia, aunque puede realizarse debido a otros trastornos en función de la semana de gestación y el grado de severidad. 

Para inducir un parto, explica el especialista, existen distintas fórmulas: "Habitualmente los clasificamos en métodos farmacológicos y mecánicos. En los primeros, que son los más comunes, se utilizan hormonas como la oxitocina o las prostaglandinas. En el segundo caso se emplean generalmente el 'balón de Cook' o la 'sonda de Foley', aunque depende de los centros".

Sobre a qué podría deberse el crecimiento de la tasa de partos inducidos en los últimos años en España, De Bonrostro señala al retraso de la maternidad como posible causa. "La edad media de la madre para dar a luz a su primer hijo se ha prolongado, y esa demora provoca una mayor tasa de patologías y complicaciones", indica el ginecólogo. Una variable que corroboran los datos: en 2010, la media de edad de las madres primerizas aragonesas era de 30 años, frente a los 33 de 2023, una tendencia similar a la experimentada en el resto de España. 

El especialista aclara que, desde el Hospital Miguel Servet, siempre que es posible intentan evitar este tipo de partos, que en su caso suponen entre el 20% y el 25% del total de los alumbramientos que atienden. "Tenemos una tasa muy ajustada ya que tratamos de minimizar el índice de inducción e individualizar cada caso en función del contexto", apunta.

En 2023, la asociación Alpacc, integrada por comadronas catalanas, publicó la guía 'Inducción médica en el parto', un documento "basado en evidencia científica" que pretendía "brindar información muy fiable a las embarazadas para que puedan tomar las mejores decisiones respecto al nacimiento de su hijo y también aportar luz a los profesionales sanitarios que las atienden para que puedan trabajar de forma respetuosa con la fisiología causando el menor perjuicio posible". En el controvertido texto, la asociación denunciaba que, cuanto más se interviene en un parto, "más posibilidades de que surjan problemas que a su vez necesitarán más intervenciones para ser solucionados". 

Sobre la seguridad de estos procedimientos y las consecuencias que pueden tener en la salud tanto de la madre como del bebé, el especialista asegura: "Los métodos que se utilizan son muy fiables. Se sabe que siempre es mejor que se inicie un parto espontáneo, pero se trata de analizar en qué casos compensa más finalizar la gestación", y concluye: "El embarazo es una situación susceptible de complicaciones. Detectar los factores de riesgo y actuar es determinante y los índices de supervivencia de los bebés y sus madres son un buen indicador de que las cosas se hacen globalmente bien".