Tradición, vanguardia y procesiones eclécticas: el arte único de la Semana Santa zaragozana
La capital aragonesa cuenta con un patrimonio sacro desde comienzos del siglo XVI hasta el XXI que representan toda la pasión de Cristo
Que la Semana Santa de Zaragoza esté declarada de Interés Turístico Internacional no solo se debe a sus 700 años de historia, los más de 16.000 cofrades, 4.000 tambores y bombos o a las 53 procesiones que recorren sus calles. Así lo explica el delegado de Patrimonio de la Diócesis de Zaragoza, Sergio Blanco: "Tenemos imágenes de distintas épocas y estilos, desde el año 1.500 hasta la más reciente del siglo XXI, que es La Acusadora -la que acusa a Pedro cuando niega que conoce a Jesús- obra de David Valenciano y que ha procesionado por primera vez este Lunes Santo". "Además, lo más interesante es que ese conjunto de imágenes representan la pasión de Cristo al completo, desde la Entrada de Jesús en Jerusalén hasta la Muerte de Cristo y la Resurección", añade.
Asimismo, conviven tallas de dos grandes estilos diferenciados, que incluso conviven en una misma procesión. "Desde la tradición castellana con imágenes con los rasgos más sobrios y contenidos, hasta la explosión de sentimientos y expresividad más barrocas", señala Blanco. La historia de los pasos que ahora se sacan en procesión tiene sus particularidades y se distinguen tres grandes fases diferenciadas: el siglo XIX, tras la Guerra de la Independencia, principios del siglo XX y la actualidad.
El Cristo en el Huerto del escultor Francisco de Borja, de 1913. / Jorge Sesé.
"Durante los Sitios de Zaragoza se destruye casi todo con la voladura del convento de San Francisco y solo se conserva el Cristo de la Cama. Por eso, hay que rehacer toda la escenografía de la Semana Santa y cuatro años después, en 1818, la Hermandad de la Sangre de Cristo encarga los tres primeros pasos que conocemos gracias al dinero que recaudan con una novillada", explica. En esa época destacan los escultores Tomás Jovent, José Alegre y Antonio Palau.
Ya en el siglo XX, la Sangre de Cristo encarga nuevos pasos para completar la procesión del Santo Entierro. En esta época, Blanco destaca conocidos zaragozanos como Félix Burriel, los Hermanos Alvareda o José Bueno y Francisco de Borja. "Hasta ese momento solo existía esa Hermandad, y desde 1937 comienzan a crearse la Cofradías, empezando por la Piedad. Al principio, sacaban los pasos de la Sangre de Cristo porque no tenían, y poco a poco van incorporando pasos nuevos", comenta.
En los últimos años ha crecido el estilo neobarroco andaluz y muchas cofradías están incorporando nuevas tallas con esa inspiración. "Ahora tenemos esa mezcla entre la austeridad de los siglos XIX y XX, con poca expresividad y madera policromada, y la teatralidad barroca en las imágenes de nueva incorporación con rasgos muy marcados, con aspecto teatral y vestidos con tela", detalla Blanco.
Por otra parte, destaca el delegado de Patrimonio de la Diócesis de Zaragoza, existen figuras que no se crearon con el fin de sacarlas en procesión, sino que son propiedad de las parroquias donde se encuentran y son para el culto de los feligreses. "Es el caso del busto que procesiona la Coronación de Espinas del siglo XVII, el Nazareno de San Miguel del siglo XVII de la parroquia de San Miguel o El Cristo del Refugio, del siglo XVII".
La muerte de Ateca
Además de historia, mucho patrimonio aragonés relacionado con la Semana Santa encierra curiosidades. Una de las más destacadas, el paso de la muerte de Ateca, un esqueleto real documentado desde 1661 y que sale en la procesión del Santo Entierro.
Un esqueleto real sale en la procesión del Santo Entierro en Ateca.
Las sorpresas del Cristo de los Milagros del Pilar
El Cristo de los Milagros, expuesto en la Basílica del Pilar, no era lo que todos pensábamos. Con los trabajos de restauración a los que se ha sometido, se ha descubierto que su origen se sitúa casi 100 años antes de lo que se pensaba y que ni el tradicional paño que lo cubre, ni su barba estaban allí.
Al retirar el paño de pureza con el drapeado característico de la época barroca, se descubrió otro más antiguo y con la forma y los colores propios del Renacimiento. "Nos permitió darle un poco más de sentido a la imagen porque, como veis, la llaga le chorrea la sangre y, claro, en el antiguo paño de pureza cortaba este chorreo de sangre y aparecía luego en las rodillas. Ahora con este paño continúa por encima de él", explica el restaurador Miguel Ángel Agoiz.
El Cristo de los Milagros guardaba algunos secretos.
"Tampoco se sabía que la barba fuese un postiza. Estaba claro que la peluca lo era, pero la barba se ha descubierto durante la intervención que era un postizo", añade el historiador del arte Javier Ibáñez. Su antigüedad y delicada situación ha llevado al Cabildo a tomar la decisión de proteger la talla tras una pantalla.
Tradición y vanguardia
En Barbastro, esta Semana Santa la Virgen de los Dolores estrena nuevo vestido, pero no uno cualquiera sino que es de diseño, obra del bordador Antonio Villar. "Es una réplica del vestido original que era de 1939 y lo que hemos hecho ha sido restaurarlo", indica Mariano Rodróguez, Hermano Mayor de la Hermandad de la Virgen de los Dolores.
La Virgen de los Dolores ha estrenado vestido en Barbastro.
"Es una figura entera. Con cuerpo, brazos,etc. Normalmente las imágenes son cabeza, manos y una especie de jaula. Pero esto es una imagen completamente entera, o sea que se viste como una persona, con sus enaguas, etc.", asegura Ana Madera, camarera de la Hermandad. El traje, que está plagado de detalles como la espada clavada en el corazón, se sujeta al cuerpo únicamente con alfileres.
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