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POSTRES

Torrijas, nazarenos y roscas de pascua, los lamines que no pueden faltar esta Semana Santa

Los dulces de estas fechas religiosas forman parte de la tradición gastronómica aragonesa, con la torrija como clara estrella, que no falta en ninguna mesa

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Nazarenos, el dulce típico que elabora un obrador turolense en Semana Santa.

La ceremoniosidad se aplica en la elaboración de un postre desde el inicio. Las torrijas son el claro ejemplo de que algo tan simple como la mezcla de leche, huevo y harina puede marcar a diferencia en el sabor, la jugosidad y, por supuesto, el sabor. A eso hay que añadirle el toque de azúcar y canela.

"Es un postre que se ha sabido adaptar a los tiempos. Hay mil formas de hacerlas", señala Carlos Guillén, propietario del restaurante La Torre, en Teruel. 

La realidad es que este postre nació para gastar el pan que no se comía por el ayuno. Ahora se hacen incluso de brioche y en el restaurante de Guillén son fijas en la carta: "Si tenemos una torrija, que es el postre de los pobres, qué mejor que acompañarla con el café, también de los pobres, que se hacía con la achicoria.

La torrija y el nazareno solo tienen en común el clavo y la canela. Este último dulce es la demostración de que no todo está inventado. Está inspirado en un dulce francés, y se elabora en la pastelería turolense Muñoz, donde han creado este dulce que, aseguran, cruje en homenaje a los tambores. 

Torrijas con chocolate. 

"Jugamos muchas veces con el recuerdo de aquellos pasteles de nuestras madres, abuelas... de aquellos pasteles y sabores que comíamos en casa. Nos gusta evocarlos y recordarlos", indica el propietario del obrador, Chencho Muñoz.

Torrijas o nazarenos son rivales de otro clásico, la rosca de pascua, que empezará a hacerse el lunes.