Tomi Lago espera traer su nuevo tango a Zaragoza el próximo año

Su primer amor es el tango, pero coquetea con otros ritmos como la 'bossa nova' o la salsa. A sus 32 años, el cantante Tomi Lago forma parte de esa nueva generación de artistas que profundizan en sus raíces para integrarlas en el presente. Busca crear un puente que conecte diferentes culturas y los 10.300 kilómetros que separan Buenos Aires de Zaragoza, ciudad en la que reside parte de su familia y donde no descarta presentarse musicalmente el próximo año. 

De voz grave y rota, pero con notas alegres cargadas de sentimiento, dicen quienes le conocen que ya con un año le gustaba actuar. La adolescencia de Lago estuvo marcada por la música. Formó parte de conjuntos de diferentes estilos hasta que a los 23 años un viaje a París para visitar a su tía lo cambió todo. "Vi una entrevista a Roberto Goyeneche, nuestro Frank Sinatra, y me emocioné mucho, hasta las lágrimas con una interpretación de 'Naranjo en flor'. Cuando volví me junté con un guitarrista amigo y empecé mi camino por el tango. Se me da bien y fui notando como a los oyentes les generaba cosas, como si les tocara una fibra íntima", recuerda.

Desde entonces ha sacado un EP, un mini álbum con varios sencillos. Trabajos en los que proyecta su particular estilo tanguero y juega con la salsa, la 'bossa nova' y el bolero. En su discografía favorita conviven desde Los Beatles, Los Rodríguez hasta Camarón de la Isla y Lola Flores, pasando por Sinatra, Tom Jobim o Caetano Veloso. Una larga lista de inspiraciones que desembocan en composiciones marcadas por las situaciones cotidianas. Todo, "muy mundano y fácil de entender, trato de no ser pretencioso y aburrido, espero lograrlo", dice. 

Tomi Lago, en el barrio obrero de Pompeya, aboga porque el tango vuelva a ser un género popular.

Afirma que existe tango finlandés, tangos cantados con fonética en japonés y "hasta en árabe". No descarta que también hubiera una versión española, "aunque no lo conozca", y cree que podría fusionarse el tango y la jota. "El año que viene cuando vaya a presentarme (a España), sin dudas haremos un tango aragonés", adelanta.

Porque Tomi Lago tiene raíces aragonesas, concretamente en Zaragoza. "Mi padre, su mujer y mi hermano viven ahí hace más de diez años, así que cada vez que puedo voy y le tengo mucho cariño. Es una ciudad muy hermosa, sobre todo para los que nos gusta la historia", subraya el cantante. 

A finales del mes de julio verá la luz una nueva composición llamada 'Tango del Falluto', que supondrá el segundo adelanto del disco que saldrá a finales de 2023. "Lo tocaremos en el verano sudamericano y espero que también en el español", adelanta.

"La idea es provocar, sin faltar al respeto" 

Sus letras, como ocurre en 'Un guiño', describen las relaciones actuales que surfean las redes y toman café en bares, bodegones y milongas argentinas. No quiere perder la impronta del tango, de esa música urbana de orígenes criollos marcada por la inmigración. Sin embargo, presume tímidamente de incitar a los admiradores más clásicos.

"La idea es provocar, sin faltar al respeto. Por otro lado, muchos tangueros tradicionalistas aprueban lo que hago y eso es un orgullo también, ya que los escucho mucho y sin ellos probablemente no estaría tocando y cantando tangos", matiza.

Cree que este género musical necesita composiciones, temáticas y sonidos nuevos, para llegar a tocar la fibra de las futuras generaciones, al igual que lo hicieron "grandes artistas españoles retomando una música original y de raíz como el flamenco". De otro modo indica que: "Va a ser difícil que nuevas generaciones lo sigan tocando. Quizás hasta logremos que vuelva a ser un género popular".