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PAPIROFLEXIA

El método del zaragozano campeón del mundo de origami: técnica, creatividad, coordinación y perseverancia

Jesús Artigas se impuso en las IX Olimpiadas de esta modalidad ante 800 competidores

ALIZIA BEGUÉ /
icono foto Jesús Artigas nos muestra su primera figura propia: el casco de Astérix

Si hablamos de papiroflexia (origami, en japonés), Zaragoza es la ciudad más importante del mundo. Así lo explican en la Escuela Museo de Origami, EMOZ, un centro único en Europa y probablemente en el mundo. Además, la capital aragonesa cuenta con el grupo de papiroflexia más antiguo: el caldo de cultivo perfecto para un campeón del mundo en este arte milenario de origen japonés. Y ese es Jesús Artigas, ganador de las IX Olimpiadas celebradas en febrero en las que había 800 aspirantes. Pero, ¿cuáles han sido las claves para hacerse con este título? Artigas explica que el arte de plegar papel para crear figuras es algo multidisciplinar, donde intervienen muchos factores: técnica, creatividad, perseverancia, coordinación, paciencia... 

"La técnica y conocer los diferentes tipos de pliegues es fundamental", explica Artigas. Para él, "es importante comenzar conociendo muy bien cuáles son esas técnicas antes de pasar a realizar figuras complejas". Aunque también tiene claro que es esencial la creatividad. "El artista deja impresa su personalidad en las figuras", asegura Artigas.

"Muchas personas piensan que hace falta mucha paciencia y para según qué modelos es necesaria", reconoce, pero asegura que la cualidad principal es la perseverancia. "Hay que ser consciente de que hay que seguir una secuencia para poder acabar un producto y aún así hay veces que va a ser un fracaso y hay que aceptar ese fracaso. Y decir, hay más papel, voy a volver a intentarlo". 

Como en casi todas las cosas, la fórmula del éxito se basa en un 1% de inspiración y un 99% de transpiración, es decir, dedicarle tiempo: "Quizá no soy muy constante, pero en determinados momentos sí me he propuesto realizar una figura propia al año. Por ejemplo, en la cuarentena del 2020 me propuse realizar cada día un estudio de una figura, trabajarla y realizarla". 

Las normas básicas de la papiroflexia

Lo más puro en papiroflexia es utilizar un cuadro de papel. "Aunque a veces se olvida que el papel tiene dos caras y se puede aprovechar que sean de diferente color para conseguir cambios de color en el módulo final", indica Artigas. Y añade: "Por supuesto, una regla que tenemos todos los papiroflectas es que no se pueden utilizar tijeras ni cortar ni romper el papel. Tal cual empiezo con una hoja de papel, tal cual acabo". Y aquí reside una de las cosas que más bellas considera este artista sobre la papiroflexia: "Esto me parece muy bonito porque implica que de un cuadro de papel puedo hacer un faro con olas y barcos, pero también puedo hacer una ballena o un zorro... Aquí está la belleza, todo cabe ahí dentro, y depende de la estructura, de la técnica y por su puesto de la creatividad". 

Existen unas técnicas de plegado que son básicas y se suelen repetir en cada modelo, como el pliegue de oreja de conejo o de pétalo. También hay distintas bases. Es interesante empezar a conocer estas bases y técnicas antes de afrontar un modelo que supere la fase de iniciación.

Cuando el hobby se convirtió en trabajo

Javier Artigas descubrió el mundo del origami en un taller de verano cuando tenía ocho años. El arte a partir de pliegues en hojas de papel le cautivó y a los 25 entró a formar parte del Grupo de Origami de Zaragoza. Un año después, a empezó a trabajar en la Escuela Museo de Origami de Zaragoza, EMOZ. Años de dedicación y esfuerzo que han llevado a este maestro de formación a proclamarse Campeón en las IX Olimpiadas de Origami a sus 37 años. 

"Pensé que podría estar entre los diez primeros, pero ganar fue una sorpresa absoluta. Mi aspiración no era estar por delante de tantos artistas a los que admiraba", explica. 

Alrededor de 800 personas competían en estas olimpiadas, que tuvieron lugar en febrero. La fase final consistió en elaborar 10 piezas creadas por otros artistas y otra de creación propia, la que más se valora. Artigas presentó un faro con una ola y barquitos, ya que el lema era 'Historias del mar'. "No quería hacer animales ni elementos muy populares, hice una lista de figuras que podría realizar y la que más venía a mi cabeza era un faro, con un barquito de papel y unas olas", afirma. 

Hasta llegar a él, realizó unos 30 intentos o pruebas. Plegar y modelar la figura final le llevó más de dos horas, incluyendo revisarla bien o perfeccionar detalles: "Conforme iba creando el modelo fueron apareciendo más detalles: acantilados más arrugados, olas en la bases del faro, acabaron saliendo más barquitos... Acabé muy satisfecho".  Desde que la Escuela Museo de Origami de Zaragoza (EMOZ) abrió sus puertas en 2013, Artigas ha convertido su afición en su oficio y trabaja como profesor en el centro, contagiando su pasión por la papiroflexia. Jamás pensó que podría ganarse así la vida.