Se cumplen dos décadas del accidente del Yak 42, la mayor tragedia aérea del ejército español

La mayor tragedia aérea del ejército español en tiempos de paz cumple este viernes 20 años. Se trata del accidente del Yak 42. El 26 de mayo de 2003, 62 militares españoles y 12 tripulantes murieron al estrellarse en Turquía el avión que les traía de vuelta a casa tras prestar servicio en Afganistán. Era un Yakolev alquilado por el Ministerio de Defensa.

Sus familiares emprendieron entonces un largo periplo judicial para esclarecer las circunstancias del siniestro y exigir responsabilidades por los errores cometidos en la identificación de las víctimas. Denunciaron que la aeronave subcontratada no reunía las condiciones de seguridad necesarias y que los restos que se les entregaron no correspondían a los de sus seres queridos.

La justicia tardó seis años en celebrar el primer juicio. Tres militares fueron condenados por mentir en las identificaciones, aunque ninguno pisó la cárcel. Los familiares tampoco consiguieron que se juzgara si hubo irregularidades en la contratación del avión, pero, en 2017, el informe del Consejo de Estado les dio la razón. Se reconocía que el vuelo era peligroso y que Defensa podría haber tomado medidas para evitarlo.

Una victoria moral que se completó en 2020 cuando la Audiencia Nacional entregó a las familias nuevos restos biológicos e identificados de las víctimas. A los militares fallecidos se les recuerda con un monumento en Zaragoza, ciudad en la que vivían o estaban destinados. Y, desde el año pasado, sus nombres también se leen en un memorial de Madrid. Un homenaje oficial que llegó casi dos décadas después del accidente.