Reduflación: la fórmula que aplican algunos productores reduciendo la cantidad y manteniendo el precio

En redes sociales no es raro ver como algunos usuarios llevan un tiempo denunciando que los embutidos, el cacao, las bebidas refrescantes o los productos de higiene han mantenido su precio en los últimos meses, pero cada vez duran menos, ¿por qué? Existe una respuesta a esta pregunta y es la reduflación, un fenómeno que parece nuevo, pero que se remonta a finales de los años 70 en Estados Unidos. 

Cuenta el delegado en Aragón de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Alejandro Marín, que la técnica comercial surgió en Norteamérica en un periodo de crisis económica y que, asegura, se ha detectado de nuevo este año en los supermercados, especialmente entre los grandes productores. "Se reduce el gramaje o las unidades del producto, pero se mantiene el precio. De esta manera, sube la relación entre el precio por kilogramo, litro o unidad", explica. 

Según el estudio realizado por la OCU, "alrededor del 7% de la cesta de la compra está sujeta a la reduflación". Los productos a los que más afecta son los cosméticos, los artículos de higiene y los productos procesados. Entre estos últimos, se han observado algunos ejemplos destacados: "El Cola - Cao de 800 gramos ha pasado a tener 760, la margarina Tulipán de 500 gramos pesa ahora 450, el sobre de chorizo Revilla de un euro se ha reducido de 80 a 70 gramos, y cada yogur Activia cuenta con cinco gramos menos. Y todos ellos mantienen su precio", detallan desde la OCU. 

Hola @danone_es ¿vosotros también aplicáis la reduflación en vuestros yogures de proteína de origen natural? Lo digo por el tamaño reducido del vasito del yogur de tan solo 100 gramos cuando lo normal son los 120 gramos de los sabores de toda la vida. pic.twitter.com/MFoHg7gi75

— Víctor (@vitorinocc) September 29, 2023

El encarecimiento de los productos es, por tanto, la principal consecuencia de la reduflación. El aumento en los precios oscila entre el 5 y el 15%, apunta Alejandro Marín. Una subida que se nota especialmente en productos procesados de alimentación: "Son los que más han aumentado sus precios en comparación con los productos frescos, tal como refleja el último estudio que hemos publicado sobre la cesta de la compra".  

Denuncia ante la CNMC por "práctica anticompetitiva"

La OCU ya ha presentado una reclamación ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por considerar la reduflación una "práctica anticompetitiva". "Se está jugando con la percepción del consumidor, al mantener el mismo formato del envase y el precio del producto, pero reducir su contenido, lo que aumenta en muchos casos el margen de beneficio para los productores", indica Alejandro Marín, que hace referencia al posible incumplimiento de varios artículos de la Ley de Competencia Desleal y la Ley de Defensa de la Competencia.  

Mientras se resuelve esta denuncia, en países como Francia se va a prohibir la reduflación a partir de noviembre. Además, la cadena Carrefour ya señala en los supermercados del país galo cuáles son los productos a los que se les ha aplicado esta técnica. 

La reduflación también en los @paninicromos:

2018-19 vs. 2023-24 pic.twitter.com/N8dq5YxFTl

— Elinn Formeroak (@Cerni_report) September 23, 2023

Esta técnica se extiende además a otros ámbitos fuera de los supermercados. Un ejemplo de esta realidad son los cromos de fútbol, que han reducido su tamaño en las colecciones de las últimas temporadas.

Recomendaciones para no ser víctima de la reduflación

Desde la OCU aportan varias recomendaciones para evitar ser víctima de la reduflación que realizan algunos grandes productores en cadenas de supermercados. La primera de ellas es básica: comparar el tamaño de los botes o recipientes donde se encuentra almacenado el producto con otros que se hayan adquirido anteriormente. 

Además, los consumidores han de prestar atención al aumento del precio por kilogramo, litro o unidad de producto. "Resulta complicado, ya que aparece en los lineales de las estanterías con un tamaño minúsculo que dificulta la lectura. Nosotros pedimos que se aumente la letra a un mínimo de 3 milímetros, por encima de los 2,5 milímetros exigidos en los contratos bancarios", expone el delegado de la OCU en Aragón. 

'Cheapflación', otra técnica de ahorro de los productores

Junto con la reduflación, los grandes productores llevan desarrollando desde hace un tiempo una práctica denominada 'cheapflación', por la que se sustituyen los ingredientes de calidad de un producto por otros más económicos y se consigue un ahorro en la elaboración. "Sucede con el aceite de oliva, que suele cambiarse por aceite de girasol, o con las grasas lácteas, que se sustituyen por grasas de origen vegetal", indica Alejando Marín. 

En este caso, añade el responsable de la OCU, "no existe una obligación por parte de los productores de notificar este cambio en los ingredientes ni incluir el término de "nueva receta' en la etiqueta del producto". Sin embargo, "si se produce un cambio drástico hacia un alimento más insano, se reflejará en el indicador Nutriscore".