Publicidad
HOSTELERÍA

Pasión y práctica, el cóctel que ha puesto de moda la profesión del barman

Este sábado se celebra el Día del Barténder, un trabajo en auge que pone en el mapa la importancia de estos profesionales en la elaboración de combinados

T. P. A /
icono foto Borja Insa, el primer Barténder Revelación de Madrid Fusión y barténder del Moonlight Experimental Bar de Zaragoza.

Ser barman es mucho más que agitar una coctelera o mezclar licores con acierto. Bien lo saben los que se dedican profesionalmente a ello. Un trabajo que muchas veces no está suficientemente valorado, o al menos así es como lo ven desde el sector. "Hasta hace unos años la gente decía '¡Cómo voy a gastarme 10 euros en un cóctel que no cuesta nada hacerlo!'", recuerda Víctor Kuba, gerente de El Loco Yibril, en Zaragoza. Con todo, parece que la idea de que los cócteles son algo de lujo o reservado a unos pocos va diluyéndose: "Ahora ya ha cambiado esa perspectiva". 

Este sábado, 24 de febrero, se celebra el Día del Barman con más locales dedicados a esta actividad que nunca. Basta con dar un paseo por el centro de la capital aragonesa para darse cuenta de que las coctelerías están a la orden del día y que cada vez hay más locales de hostelería que optan por incluir una carta de cócteles.

Una situación que aplauden desde la Asociación de Maîtres y Barman de Aragón, pero que critican por la precarización que se hace de la figura del barman. "Muchos establecimientos quieren incorporar nuevas técnicas, pero quieren contratar camareros o ayudantes de camarero en lugar de profesionales creativos especializados", lamenta el presidente de la entidad, Carlos Orgaz, que añade: "Quieren que el mismo que pone un pincho de tortilla o una caña en una terraza te haga un cóctel en condiciones, y no se puede".

Una situación que contrasta con la alta demanda que notan en los centros donde se imparten los estudios de hostelería. Desde 2018, el IES Miralbueno, en Zaragoza, ha aumentado el número de alumnos matriculados en el grado medio de Formación Profesional de esta rama, pasando de 47 a 55 en el presente curso.

Con todo, los estudiantes concluyen con un título de camarero y con unas 50 horas de coctelería a sus espaldas, lo que para Orgaz resulta "escaso". Por eso, algunos egresados optan por seguir formándose en cursos de escuelas privadas. 

Pasión, práctica y técnica

La vocación es la base de la profesión de barman. De esa pasión sabe mucho Borja Insa, el primer Barténder Revelación de Madrid Fusión y barténder del Moonlight Experimental Bar de Zaragoza: "En mi casa, de pequeño, siempre había gente, invitados... Y eso es lo que hacemos aquí, mimar a la gente y que de paso se tomen un cóctel". 

Insa cree que para ser bueno en su labor es necesario ser curioso, humilde y apostar por una mezcla de práctica y técnica.

"Hemos visto en los últimos años un aumento del interés. Valoran más el trabajo", comenta el gerente de El Loco Yibril. En este establecimiento de la calle del Sepulcro de Zaragoza ofertan más de 20 cócteles con y sin alcohol, aunque por más combinados que se creen, los cásicos no fallan. "El mojito es el que más triunfa. Hacemos de muchos sabores: de lima, limón, naranja, mango, piña, manzana, melón...", enumera Kuba.