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TENDENCIAS

Pasión por el retro: el auge de disparar fotografías en analógico

Rescatar cámaras de familiares, no querer acumular imágenes o, incluso, conocer el origen de la fotografía son algunas de las razones por las que cada vez más personas vuelven al formato analógico

ROCÍO MARÍN /
Cada vez más personas deciden volver al formato analógico, donde cada fotografía es una sorpresa. / Raquel Viedma
icono foto Cada vez más personas deciden volver al formato analógico, donde cada fotografía es una sorpresa. / Raquel Viedma

Las modas siempre vuelven. Ocurre con la ropa temporada tras temporada y con la fotografía no iba a ser menos. Desde hace dos años se está viendo un incremento en el número de personas que se interesan por la fotografía analógica, ya sea por recordar etapas pasadas o por la curiosidad que puede aportar este tipo de formato. "En una semana fácilmente vienen alrededor de 20 personas jóvenes interesándose por el tema. Traen la cámara del padre, del abuelo... Las han descubierto por casa y muchas veces no funciona. Nosotros las arreglamos o mandamos al taller y, cuando se las devolvemos, piden un carrete", indica Elena Jiménez, propietaria de Lamont, la única tienda de revelado analógico en Zaragoza. 

"La gente ha querido volver a investigar los orígenes. Los jóvenes han demandado vivir la experiencia, o por sus familiares o por exposiciones de fotos analógicas. Nunca ha quedado desfasada, aunque es cierto que hubo un par de décadas donde se vio eclipsada por la digital. Yo pienso que ambos formatos pueden convivir perfectamente ya que cada uno cubre una necesidad. Lo digital es lo inmediato, mientras que lo analógico es único, ya que el proceso lo es y nunca saldrán dos copias iguales", explica Eva Soro, profesora del curso de fotografía analógica y revelado en el Centro de la Imagen de Zaragoza.  

Los que se inician, y los que lo retoman, demandan cada vez más formación. El Centro de la Imagen lleva abierto desde septiembre de 2022. Ahí realizan cursos de dos meses de duración. "La fotografía analógica ha despertado en la gente un interés especial y tenemos un alumnado muy diferente. Por ejemplo, ahora cursan cuatro personas, una tiene poco más de 20 años, otros dos son jubilados y tenemos una mujer de mediana edad que su madre era una gran aficionada y ha querido ahondar en la pasión de su madre. Entre cursos, talleres e intensivos de jóvenes, adultos y niños han pasado por el laboratorio unas 60 personas", apunta Soro. 

Imagen realizada con cámara analógica de una cabina en Londres. / Raquel Viedma 

El amor por lo 'vintage', una de las razones para pasar al analógico

Este auge viene dado, entre otras razones, por el aumento de 'stock' en los carretes fotográficos. "Ha crecido el número de personas desde hace dos años. El tema es que a España no llegaban carretes y, aunque la gente quería, no les podías suministrar. Ahora cualquiera puede comprarlos", especifica Elena Jiménez, propietaria de Lamont. 

"Lo denominan fotografía 'vintage', aunque para nosotros no lo es. La gracia que le ven es que, aunque la foto no salga bien, algo sale. Y se alegran muchísimo por ello. Las fotos que a nosotros nos parecen malas por los colores, o están desenfocadas, en resumen, las que a la gente que nos gusta la fotografía antigua nos parecen malas, para ellos son las mejores", indica Jiménez. 

El resultado: una sorpresa 

Raquel Viedma decidió probar este tipo de fotografía porque estaba cansada de acumular fotos en las diferentes carpetas de su ordenador: "Desde que era pequeña me ha encantado la fotografía. Me entró la curiosidad al ver a gente utilizar la analógica. Con ella intento hacer fotos más pensadas en el momento y trato de que sean menos forzadas, más naturales. Además, al tener un número limitado de fotos en el carrete me pienso mejor qué fotos quiero hacer". 

Imagen del río Sena a su paso por París. / Raquel Viedma

Como en la fotografía analógica no puedes ver la foto que has realizado, el momento de ir a buscar las fotos es una sorpresa. "El día que las recojo voy con emoción porque se me olvida qué fotos he hecho y tengo curiosidad de lo que puede salir. Me decanto por este formato por el significado de la imagen y la ilusión que le pongo. Las fotos que realizo con el móvil las doy por sentado, estas son momentos que quiero guardar", añade esta joven de La Almunia de Doña Godina. 

"Cuando ves la imagen aparecer es magia" 

Si se habla de fotografía analógica, no hay que olvidar los cuartos oscuros. Son las salas donde se revelaban los negativos, algo que ha ido desapareciendo con el tiempo, como ocurrió en la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza. "Por el espacio que teníamos y algunos inconvenientes quitamos nuestro laboratorio, aunque es cierto que, del 5% de los socios que siguen utilizando la fotografía química (como se conocía anteriormente a la analógica), un 1% tienen su propio cuarto oscuro en casa, ya que le gusta más su fórmula que la de otros laboratorios", explica José Ignacio García, presidente de la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza. 

"Cuando hablo con gente joven que revela carretes, me reconocen que cuando ven aparecer la imagen es como si se hicieran la magia. Esa primera foto no la olvidas nunca, es un sentimiento que no te abandona. Esa sensación no la tienes con lo digital", reconoce García. "En todas las exposiciones que hacemos la asociación siempre ha habido, hay y seguirá habiendo fotografía analógica. No distinguimos entre ambos formatos, lo importante es la imagen. Al final amamos la fotografía en todo tipo de procesos y formatos", argumenta el presidente.