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NORMATIVA

Participaciones de lotería: una opción más de recursos extra para las entidades sin ánimo de lucro

Asociaciones, clubes deportivos u oenegés aprovechan el tirón de la lotería de Navidad para adquirir décimos y venderlos mediante participaciones añadiendo un recargo extra como donativo, que no puede superar el 20% del valor de la papeleta

K. HERRÁIZ /
Un hombre comprando lotería. / Europa Press
icono foto Un hombre comprando lotería. / Europa Press

La Lotería de Navidad suele repartir, antes de su celebración, ilusiones y sueños entre aquellos que han adquirido algún décimo, pero también supone una fuente de recursos para numerosas entidades sin ánimo de lucro que, aprovechando el tirón, adquieren décimos y los venden fraccionados en participaciones a las que añaden un recargo extra, a modo de donativo, el cual no puede superar el 20% del valor de la papeleta. Deben cumplir con la normativa vigente para evitar fraudes que, según la Policía Nacional, también se dan en estas fechas. 

A diferencia de los décimos compartidos, las participaciones constituyen un contrato entre dos o más partes, en el que una parte cede un porcentaje del boleto a otra y le cobra, además, algún tipo de donativo a su causa, de tal manera que cuando toque repartir el premio se tendrá en cuenta el importe de la participación, no lo que se paga. Es decir, que si se ha pagado seis euros por el boleto y uno correspondía a la donación, será como si solo se jugase cinco euros. 

"Ese donativo integrado en el cobro de la participación permite a muchas entidades tener recursos para desarrollar su actividad", explica Ángel Martín, miembro de la comisión de fiestas de un pueblo de Teruel, que desde 2008 vende todas las navidades talonarios de participaciones a seis euros, de los que uno corresponde al donativo, quien añade: "Para muchas pequeñas localidades el aporte de ese donativo es importante para llegar a cubrir los gastos de los festejos, pero para muchas asociaciones deportivas, por ejemplo, supone poder adquirir material deportivo o sufragar los gasto que conllevan las instalaciones". 

Asimismo, Martín detalla que desde que empezaron han adquirido el mismo número, y que siempre han tenido bastante "tirón". "Muchos de los asociados han llevado talonarios nuestros a los lugares en los que viven, y los venden entre su círculo social, sus amigos, familiares o compañeros de trabajo. Que yo sepa, se venden, por lo menos, en las tres provincias aragonesas, además de en Barcelona, Madrid o Valencia", comenta.

Para llevar a cabo legalmente este proceso, las entidades deben solicitar la autorización del fraccionamiento a Loterías y Apuestas del Estado, rellenando el formulario correspondiente. Además, en cada papeleta debe figurar el número de sorteo y la fecha, así como el número del décimo y el importe total que se juega. También debe hacerse constar el donativo adicional. 

En caso de que el número resulte agraciado el responsable de abonar las participaciones es el depositario que se muestra en el boleto, que habitualmente es una entidad bancaria. Conviene saber que el derecho al cobro caduca a los tres meses, contando desde el día siguiente al del sorteo. 

Décimos compartidos

También es habitual para el sorteo de Navidad compartir un mismo décimo entre varias personas, para lo que también es necesario tener en cuenta algunas recomendaciones para evitar sustos. 

"Lo ideal es hacer un documento, los abogados siempre hablamos de contrato, pero podría servir incluso la servilleta de un bar, que refleje que el décimo o décimos pertenecen a más personas, con su nombre y DNI, que reconozca que esas personas han comprado a medias un décimo de lotería y que, por tanto, en caso de resultar agraciado, se debe repartir a partes iguales entre los que sean", sostiene Francisco García Latorre, delegado territorial en Aragón y La Rioja de la Asociación Española de Asesores Fiscales.

Evitar fraudes

Para evitar ser víctima de una estafa y no adquirir un décimo falso, el portavoz de la Policía Nacional, Rubén Nido, detalla qué se debe tener en cuenta. "Tenemos que fijarnos que aparece el número de serie, la fracción, la fecha, la imagen, que suele ser una pintura, que es exclusiva, y que todos los décimos tienen la misma, el código de barras y el número de serie, que son exclusivos para cada décimo. Además, la parte de atrás tiene que estar siempre sellada por una administración de lotería, ya lo compremos en un establecimiento autorizado o en cualquier asociación o establecimiento comercial. Muy importante también, fijarnos en la textura, ya que tiene un tacto muy característico, para que no nos den gato por liebre". 

Según el agente, todos los años se detectan estafas. "Ocurre que muchas veces nos vamos a cualquier ciudad o pueblo de España y queremos adquirir un décimo, y lo compramos en cualquier puesto o a cualquier persona que se nos acerca, y nos lo intenta colar. Así que interesa ser precavido y analizar bien ese décimo antes de comprarlo", manifiesta. 

En caso de haber adquirido un décimo falso, el portavoz de la Policía Nacional recomienda acudir a una comisaría y denunciarlo. "Ante una estafa hay que hacer una investigación, y si hubiese muchos casos similares se intentaría dar con los estafadores, pero es verdad que suele ser complicado dar con ellos porque esas transacciones, estas compras de décimos falsos, se suelen dar en la calle por personas de delincuencia itinerante que al final van de una ciudad a otra, con lo cual es muy difícil seguir su rastro", concluye.