Las cofradías acentúan su labor social en otro año sin procesiones

Como ya ocurrió en 2020, este año la pandemia ha paralizado de nuevo las procesiones de Semana Santa en todo Aragón. Sin embargo y lejos de reducir su actividad, las 25 cofradías de la ciudad de Zaragoza mantienen sus labores principales: las obras sociales, que realizan a lo largo de todo el año. Unos 1.700 voluntarios cofrades colaboran en las diferentes acciones de las cofradías: reparto de alimentos, ropa o ayuda directa a personas en situación de vulnerabilidad, son algunas de las actividades a las que anualmente destinan al rededor de 300.000 euros. 

"La obra social es durante los 365 días del año. Puede ser el 15 de agosto como el 2 de enero. Cuando nos necesitan, nos llaman, nos reunimos con los usuarios y les intentamos ayudar en lo que podemos", explica el delegado de Obra Social de la Cofradía del Descendimiento, Federico Pradas. En un momento en el que el contacto está limitado, las organizaciones religiosas han adaptado su labor social con ayuda de la tecnología, poniéndola también al servicio de los que la necesitan. "Entregamos a las familias elementos informáticos" - señala José Antonio Sánchez, secretario de Caridad de la Cofradía de La Piedad - " una gran brecha que hay para la inserción de las personas es no disponer en casa de acceso a las tecnologías de la información".

Toda esta actividad social de las cofradías se realiza gracias a las aportaciones de los cofrades. De hecho, muchas de ellas contemplan estatutariamente la obligación de destinar una parte de sus ingresos a mantener y desarrollar los fines sociales de la organización.