Musethica celebra diez años llevando la música adonde no suele llegar

Del auditorio al hospital. De un público exigente a otro que, habitualmente, no ha escuchado antes algo similar, al menos, en directo. Musethica, la rompedora iniciativa que nació en un colegio de educación especial de Zaragoza, cumple su primera década. Diez años acercando la música clásica a los lugares en los que no suelen sonar los acordes a través de un chelo, un saxofón o un contrabajo. Albergues, centros psiquiátricos, comedores sociales... Un proyecto que han compartido en 12 países durante este tiempo y que este domingo ha vuelto a casa para celebrar su aniversario un Auditorio de Zaragoza repleto.

Durante esta década han ofrecido más de 3.000 conciertos. Además del impacto social, también ha supuesto un cambio en la formación musical. Carmina Marcuello, cofundadora de Musethica, señala que "el proyecto es formar jóvenes músicos dándoles la oportunidad de realizar muchos conciertos. ¿Para quién? Para una audiencia muy exigente, muy honesta. Los niños, si no les hubiera gustado te aseguro que se hubieran marchado". Pero lo importante para ellos es que se quedan y disfruten, cada uno a su manera. 

"Me parece superinteresante y me gusta un montón, siempre vengo a todos los conciertos de Musethica", valoraba una de las espectadoras en la Sala Mozart. Unas filas más abajo, otro de los asistentes lo resumía de una manera emocionante: "Me trae mucha felicidad".

Conscientes de esas reacciones, los músicos se preparan para interpretar y dar lo mejor de sí. Para su saxofonista, Mariano García, lo más emotivo es "tener una reacción tan cercana del público". Una grata recompensa que les sirve de combustible para seguir celebrando muchos más aniversarios.