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MÚSICA

“El Veintiuno está en su mejor momento como sala y como proyecto empresarial"

El propietario de la histórica sala oscense, Luis Costa, hace balance de sus 12 años de recorrido, en los que ha pasado de contar “medias verdades” para convencer a los grupos a gestionar la programación musical de varios ayuntamientos

A. MORA /
Rufus T Firefly, durante una actuación en El Veintiuno. / Instagram El Veintiuno
icono foto Rufus T Firefly, durante una actuación en El Veintiuno. / Instagram El Veintiuno

Quizá no es lo más normal echar la vista atrás y hacer balance en el duodécimo aniversario; sería más lógico hacerlo en un número redondo, al cumplir diez años, o 25. Pero es que El Veintiuno no es una sala normal, ni su historia es demasiado lógica. Al fin y al cabo, convertirte en referente de la programación musical nacional o competir desde Huesca con locales de Madrid, Barcelona o Valencia para figurar siempre entre las cinco mejores salas de España no parece muy normal. Y eso es lo que hace El Veintiuno, un local por el que han pasado los grandes nombres del ‘indie’ nacional, casi desde su inauguración, en diciembre de 2010.

Los orígenes

La idea surgió a medias con Joaquín Ponsa. Ambos jugaban al fútbol, Ponsa en el Huesca y Luis en el Sporting Mahonés, y cada vez que se veían fantaseaban con un bar donde se escuchara la música que no parecía tener sitio en la capital oscense. Eso lo tenían claro, y también cómo se llamaría: El Veintiuno. “Era el número con el que jugábamos los dos, era el nombre perfecto. Muchos proyectos de empresa lo tienen todo pensado menos el nombre, nosotros no teníamos nada pensado, solo el nombre”, explica Costa.

Una vez abierto como bar de copas, se dieron cuenta de que no se llenaba hasta pasada la una de la madrugada. Y en ese momento entró la música en directo: “Propuse a los socios hacer conciertos pequeñitos y acústicos para meter algo de gente antes de esa hora”. La idea gustó, ahora solo hacía falta convencer a los artistas.

“Me dediqué a llamar por teléfono porque el email era muy frío. Tenía mucho desconocimiento de la música en directo, de lo que era un monitor, un micrófono...aún así conseguí que el primero en actuar fuera Pecker, luego Tachenko y Sergio Vinadé (miembro del grupo) me dio el nombre de algún manager. Me lancé a la piscina y a los dos meses ya estaban aquí Dorian, y eso fue un punto de inflexión”, recuerda el gerente de la sala.

Los catalanes ya eran un nombre consolidado dentro del ‘indie’ nacional y acceder a ellos suponía abrir las puertas a nombres importantes de la industria. Para asegurarlo, Luis Costa lo dio todo: “Los fui a buscar a Zaragoza, me comprometí a llevarlos a Castellón...el desconocimiento hizo que fuera posible, si hubiera sabido lo difícil que es en realidad no habríamos llegado a donde hemos llegado, habría pensado que no iban a querer”.

Pero quisieron. Y tras ellos llegaron otros nombres, como Iván Ferreiro o El Columpio Asesino, a los que Luis tuvo que contar “medias verdades” para que accedieran a tocar: “Les mentí con el tamaño del escenario, les dije que era más grande de lo que en realidad era. Bueno, en realidad no les mentí, pero tampoco les conté toda la verdad”, ríe.

El mejor momento empresarial

Hoy en día, El Veintiuno es una marca consolidada y conocida por aficionados y músicos de todo el país. A su escenario se han subido Xoel López, Nacho Vegas, Iván Ferreiro, Zahara Izal, La Habitación Roja o Ángel Stanich, nombres que llenan salas, y hasta estadios, en España y Latinoamérica; y sus carteles no tienen nada que envidiar a los de referentes como Razzmatazz, Apolo o La Riviera. Y todo ello, en una ciudad de poco más de 50.000 habitantes.

La clave, según el gerente, es el cariño con el que se trata a los artistas (por ejemplo, no les cobran alquiler de sala y reciben la taquilla íntegra), pero también apuntar alto: “Hemos sido muy ambiciosos y hemos competido contra todos. El 40% de los artistas que han actuado aquí nunca lo habían hecho en Huesca. Iván Ferreiro, El Drogas (que debutó en El Veintiuno tras el fin de Barricada), Nacho Vegas, Rayden, etc. Reconozco que puede parecer difícil de explicar, pero si soy de Huesca ¿Dónde lo voy a hacer si no?”, concluye Costa.

No es difícil oír maravillas sobre El Veintiuno en ciudades como Madrid, Barcelona o Granada. Un reconocimiento que, en su opinión, es en ocasiones superior al que reciben en su propia tierra: “Claro que nos valoran en Huesca y Aragón, pero a veces, me parece que la gente no es consciente de lo que pasa aquí. Lo tienen tan naturalizado que creo que no es bueno, porque no se le da valor real a lo que hacemos, a la calidad de los carteles que organizamos”.

Aún así, Costa presume del cariño que recibe la sala y que, a sus 12 años de edad, se une a la madurez del proyecto como empresa: “El Veintiuno está en su mejor momento empresarial. No solo por lo que hacemos en la sala, también lo de fuera: festivales, fiestas de ayuntamientos…”.

Se refiere a El Veintiuno Producciones, la empresa que crearon en 2014 para llevar el espíritu de la sala a los grandes recintos. Con ella han organizado diferentes festivales y han levantado la programación musical de las fiestas de San Lorenzo en 2016 y 2017 o las de Logroño, en 2018. “Fue otro punto de inflexión para demostrar que éramos una empresa potente, pasamos de programar en una sala a hacerlo en una plaza con decenas de miles de personas”.

A por otros 12 años más

Costa reconoce que, a lo largo de su historia, El Veintiuno ha vivido situaciones críticas, alguna de los cuales incluso puso en peligro su continuidad: “Hubo momentos en los que estuvimos a punto de caer, no ha sido fácil. Nunca soñamos con llegar hasta aquí, pero tampoco pensábamos que fuera imposible o no lo habríamos intentado”.

Cuando echa la vista atrás, se queda con los buenos momentos, como tener en su escenario a artistas que le gustaban y escuchaba en el coche, o los reconocimientos del medio especializado Rockdelux, cuyos lectores, casi cada año, consideran a la sala como una de las cinco mejores del país.

En el horizonte futuro, una edición más del Aragón Sonoro; del Brizna, cuyo cartel comenzará a desvelarse pronto; o un nuevo festival que se celebrará en junio en Aragón y que anunciarán próximamente. Y, por supuesto, el ciclo de conciertos con el que conmemoran su duodécimo cumpleaños y que incluye actuaciones de Cariño, Varry Brava, Niños Mutantes o Veintiuno.

Y para los próximos 12 años, un deseo: “Que siga siendo feliz y que lo que haga me apasione y me ilusione, que me siga emocionando crear un cartel y escuchar grupos nuevos y apostar por ellos. Que la gente acabe reconociendo que El Veintiuno es parte y patrimonio de Aragón y que, si algún día no estoy, siga adelante porque me encantaría. No entiendo Huesca sin El Veintiuno”.