Publicidad
PARQUE DE ATRACCIONES

Más de un millón de personas recorren cada año los Pirineos a 100 km/h... en Japón

La cordillera, reconvertida en montaña rusa, es la atracción principal del parque de atracciones Villa Española de Shima, donde también hay réplicas de la plaza Mayor de Madrid o de la Feria de Abril de Sevilla

ARAGÓN NOTICIAS /
Montaña rusa 'Pyrenees' en el parque Villa Española de Shima, en Japón. / Villa Española de Shima
icono foto Montaña rusa 'Pyrenees' en el parque Villa Española de Shima, en Japón. / Villa Española de Shima

Recorrer los Pirineos no es tarea fácil y menos a 100 km/h, pero 1,2 millones de personas lo consiguen cada año, ¿cómo? La respuesta se encuentra a más de 14.000 kilómetros de Aragón, concretamente en la prefectura de Mie, en Japón. Allí se ubica Villa Española de Shima, un parque de atracciones de temática española, donde la principal atracción es la montaña rusa 'Pyrenees'

No es casualidad que en el país nipón elijan algo tan representativo de Aragón y de España como la cordillera de los Pirineos como elemento destacado de su parque. Solo en 2019, 687.000 japoneses visitaron el país y de ellos, 6.000 recalaron en la Comunidad. 

Fruto de la curiosidad y la pasión que despierta la cultura española en el país crearon la atracción, inspirándose para ello en la silueta de las montañas. En total, 1.234 metros de vías que se recorren a 100 km/h.

"Es un parque muy bonito. No te pierdas los Pirineos, ¡es increíble!", comenta un visitante en una conocida página web de reseñas. 

No es el único elemento o monumento nacional que tiene su réplica en el parque de atracciones. La icónica plaza Mayor de Madrid, la fuente de Cibeles, la puerta de la Feria de Abril de Sevilla o la plaza de Colón y el parque Güell de Barcelona, son algunos de los puntos destacados en el mapa que proporciona el centro a sus visitantes. 

El parque temático Villa Española de Shima ofrece además de atracciones, espectáculos, restaurantes y tiendas de regalos, todo ello, claro está, con acento español. 

No faltan tampoco los guiños a la tauromaquia y a los toros, desde los desfiles y espectáculos de baile con disfraces de toreros, hasta una de las  mascotas del parque: un gran toro sonriente. 

La comida también tiene su toque patrio. La paella es el plato fijo en el menú del bar Torero, que acompaña el arroz con dos tapas. 

Con el estómago lleno, el parque invita a sus visitantes a comprar recuerdos y accesorios con los que recordar su visita, como si fuera un 'souvenir'. Cerámica, artículos relacionados con el fútbol, porcelana de Lladró, churros y polvorones son algunos de los objetos más vendidos.