Los vecinos del edificio derrumbado en Teruel piden celeridad en su realojo mientras continúa la investigación

Los vecinos del edificio que colapsó el pasado martes en Teruel continúan a la espera de una solución definitiva para realojarse mientras continúa la investigación para determinar por qué colapsó el bloque. Por ahora, la Diputación Provincial de Teruel y el Ayuntamiento de la localidad les han ofrecido cuatro viviendas, pero los afectados aseguran que necesitan unas 30, y piden celeridad para tener un lugar estable en el que asentarse. 

De momento, tienen previsto realojar a cuatro familias de manera inmediata en tres pisos propiedad de la DPT y un cuarto del Consistorio, pero los vecinos aseguran que hacen falta más viviendas, ya que, tanto los afectados del edificio derrumbado, como los de uno de los edificios colindantes que ha quedado muy dañado, necesitan un lugar estable donde quedarse. Estos últimos no saben si podrán regresar a sus viviendas.

Los servicios sociales del Ayuntamiento están analizando, caso a caso, para ver las necesidades de cada familia y darles la mejor solución lo antes posible.

Algunos vecinos ya han regresado a sus casas

Los que viven en las tres fincas más alejadas del edificio que colapsó han podido volver a sus hogares. Los de las viviendas colindantes al número 21 de la calle San Francisco tendrán que esperar. Este viernes los técnicos municipales seguirán inspeccionando los daños.

Los arquitectos turolenses apuntan al agua como factor clave del derrumbe

Desde el Colegio Oficial de Arquitectos de Teruel consideran que el derrumbe se debió a factores externos. El edificio, subrayan, perdió la resistencia de sus pilaes por filtraciones en el terreno. Insisten en que ahora hay que saber de dónde viene el agua para actuar rápido y evitar problemas. "Hay un tema que hay que analizar e investigar muy bien, porque puede ser una fuente de problemas a futuro. Hay que hacerlo porque es una escopeta cargada. ¿De dónde viene el agua? No se sabe, puede ser una rotura de una red, filtraciones, lo que sea”, alerta José Antonio Virto, expresidente del Colegio Oficial de Arquitectos de Teruel.

Insisten en que la estructura del edificio no se encontraba en mal estado, sino que esas fugas de agua la han debilitado. Los vecinos de varios bloques de la calle lo habían denunciado y, este mismo mes, de los garajes de otro edifcio, que no ha sido desalojado, se evacuaron 70.000 litros de agua. “Pueden analizar la resistencia que tenían los pilares de hormigón que saquen de los escombros. Se pueden analizar muchas cosas, pero esté como esté la estructura, está claro que durante todos estos años ha resistido y hasta que no ha habido causas externas no se ha hundido", advierte Virto.

De esos escombros saldrá mucha información. Una empresa de ingeniería especializada ha comenzado ya a elaborar el estudio y protocolo de invertevención en la zona. Unas tareas que podrían prolongarse durante un mes y medio o dos meses, y en las que también tratarán de separar los efectos personales que puedan recuperar de los afectados.