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INTERNACIONAL

Los republicanos toman ventaja en el Congreso de EE.UU. pero empatan en el Senado

Los republicanos han conseguido 194 escaños en la Cámara de Representantes y los demócratas 165, ambos, lejos de la mayoría necesaria. En el caso del Senado, el escenario está más abierto

ARAGÓN NOTICIAS/EFE /
Una votante rellena este martes su papeleta de voto en Fairfax, Virginia. EFE/ Shawn Thew
icono foto Una votante rellena este martes su papeleta de voto en Fairfax, Virginia. EFE/ Shawn Thew

Más de 45 millones de personas han votado de forma anticipada en al menos 47 estados mientras miles de estadounidenses han acudido este pasado martes a las urnas en unas elecciones de mitad de mandato en la que se decide quién ocupará los escaños de la Cámara de Representantes y los del Senado.

Después de una intensa jornada electoral en Estados Unidos, con el escrutinio muy avanzado en la mayoría de estados del país, los republicanos habrían tomado ventaja en la Cámara de Representantes con 194 escaños, ante los demócratas que habían conseguido 165. Ambos se encuentran por debajo de la mayoría de 218 necesaria para controlar la Cámara.

Tanto las encuestas como la historia estaban del lado de los conservadores, puesto que es habitual en EE.UU. que el partido de la oposición al presidente consiga grandes logros en los comicios de medio mandato, y aunque la victoria aún podría decantarse del lado republicano, en ningún caso será por un margen aplastante. El Partido Republicano, que partía como favorito, quedó por debajo de las expectativas.

En el caso del Senado, el escenario está todavía más abierto, puesto que ambos partidos se encuentran muy reñidos con 47 senadores para el Partido Republicano y 48 para el Demócrata, con siete escaños todavía en juego, algunos de ellos en estados clave como Georgia, Nevada y Wisconsin.

Los neoyorquinos salieron a votar este martes. / EFE/ Sarah Yáñez-Richards. 

Bajas expectativas para los republicanos

La decepción entre las filas republicanas por unos resultados significativamente por debajo de los esperados era ya evidente en la madrugada del miércoles, tal y como expresó el senador conservador Lindsey Graham en la cadena NBC, quien asumió que "definitivamente no habrá una ola republicana, eso está clarísimo". Entre los demócratas, sin embargo, las sensaciones eran de alivio e incluso de optimismo, al haber conseguido mitigar una hipotética "ola roja" (el color asociado con el Partido Republicano en EE.UU.) y mantener vivas las opciones de seguir controlando tanto la Cámara de Representantes como el Senado.

En un sistema presidencial como el de Estados Unidos, el Ejecutivo y el Legislativo pueden estar controlados por partidos distintos, por lo que el actual presidente, el demócrata Joe Biden, necesita que su formación mantenga el control de ambas cámaras si quiere seguir avanzando en sus objetivos políticos durante los próximos dos años de mandato. Antes de la jornada del martes, cuando las encuestas apuntaban a una gran victoria republicana, el escenario pintaba de lo más sombrío para Biden, pero ahora, con el control de ambas cámaras todavía por decidir, el presidente aún mantiene opciones de terminar su mandato con el apoyo del Legislativo.

Tras lo ocurrido en las elecciones presidenciales de 2016 y 2020, cuando los sondeos subestimaron significativamente la fuerza del Partido Republicano -en ambas ocasiones liderado por el expresidente Donald Trump-, muchos analistas temían que el fenómeno se repitiese y que la victoria conservadora fuese todavía mayor que la apuntada por las encuestas. En esta ocasión, sin embargo, no sólo atinaron más, sino que incluso pecaron de lo contrario, sobreestimando la fuerza de los republicanos y subestimando la de los demócratas.

Pérdida histórica de la Presidencia

Al margen de los sondeos, el partido que controla la Presidencia históricamente ha tendido a perder escaños en el Congreso durante las elecciones de medio término, que se celebran dos años después del inicio de un mandato presidencial.

Hasta ahora, hay solo tres excepciones (Roosevelt, Clinton y W. Bush) en las que el partido del presidente ha ganado escaños en la Cámara de Baja, que se renueva por completo en las elecciones de medio término; mientras que solo se elige un tercio del Senado.