Los hoteles más lujosos de Aragón: experiencias y sostenibilidad desde 500 euros el fin de semana

Viajar es un placer. Es una conclusión a la que llega cualquier tipo de viajero. Pero ese 'placer' puede adquirir significados radicalmente opuestos dependiendo de a quién le preguntes. Para unos consiste en conocer gente nueva y vivir experiencias diferentes; para otros es el dónde y el cómo, es decir, el alojamiento en el que hospedarse y el confort que va a encontrar en él. En la escala más alta encontramos los alojamientos de lujo, para turistas y visitantes con un alto poder adquisitivo o para aquellos que quieran disfrutar de una ocasión especial. Aragón cuenta con una lista cada vez más larga de este tipo de establecimientos. 

Echando un vistazo en las plataformas de reservas, uno puede encontrar en la Comunidad varios alojamientos cuyo precio ronda los 500 y 600 euros para pasar un fin de semana cualquiera de noviembre. Si es puente festivo, temporada alta o una fecha especial como fin de año, el fin de semana puede llegar a salir por más de 800 euros. 

Entre los hoteles 5 estrellas más lujosos de la capital aragonesa se encuentra el Reina Petronila. Una Junior Suite puede rondar los 700 euros el fin de semana. Aunque también ofrece opciones más económicas para aquellos que no quieran o no puedan gastarse tanto, con habitaciones para dos personas que rozan los 300 euros las dos noches. Precios similares se pueden encontrar en otro 5 estrellas de la capital aragonesa, el Hotel Palafox, que cuenta con opciones más económicas, pero también más caras. En cualquier caso, los precios pueden sufrir importantes variaciones en función de la época del año, sobre todo, aquellos que trabajan más en épocas estivales.  

El lujo del siglo XXI pasa por las experiencias y la sostenibilidad

Uno de esos hoteles exclusivos es Torre del Marqués Hotel & Spa -Small Luxury Hotels. Este alojamiento de 5 estrellas, que abrió sus puertas en 2020, está ubicado en la localidad turolense de Monroyo, en el corazón del Matarraña. Y ese es, precisamente, uno de sus grandes atractivos.

Por pernoctar en la habitación más exclusiva de este establecimiento se puede llegar a pagar 350 euros la noche, 650 si añades desayuno, media pensión y una visita al spa, con masaje incluido. A cambio el hotel se encarga de ofrecer al cliente una propuesta de valor difícil de superar: "Hemos intentado poner en valor la zona del Matarraña. Además de un alojamiento muy confortable, hecho con materiales de la zona, y un restaurante en el que ofrecemos una gastronomía sostenible con productos de proximidad, aquí tenemos una finca de 200 hectáreas que los clientes pueden visitar en su plenitud. Hay varios jardines con almendros, una piscina climatizada, un servicio de bicicletas para hacer rutas por la zona, también existe la posibilidad de hacer excursiones a caballo, incluso desde hace poco pueden disfrutar catas de vino", explica Óscar García, propietario del hotel. 

El Hotel Torre del Marqués cuenta con una finca de 200 hectáreas que le ofrece al cliente la posibilidad de disfrutar de múltiples actividades.

Otro alojamiento de lujo que apuesta por las experiencias es el Canfranc Estación a Royal Hideaway Hotel. Aquí conquistan al cliente, entre otras cosas, por el paladar: "Visitar Canfranc Estación incluye una experiencia gastronómica de alto nivel, que te va a hacer sentir emociones, muy diferente al resto de restaurantes", asegura María Bellosta, directora del alojamiento. Otro de sus valores añadidos es, apunta Bellosta, la historia del propio edificio: "La experiencia de recrear lo que fue este edificio histórico y descubrir la trascendencia que ha tenido a lo largo de un siglo". 

El Canfranc Estación a Royal Hideaway Hotel da empleo a un centenar de personas entre puestos directos e indirectos.

La sostenibilidad es ya desde hace un tiempo la palabra común en este tipo de hoteles. Trabajan con productores locales, utilizando materias primas de proximidad y apuestan por generan empleo en la zona para que la riqueza se quede en el territorio. El hotel oscense consigue fijar población generando 70 puestos de trabajo de forma directa y un centenar si se incluyen también los indirectos. 

"Cuanto más nivel adquisitivo, menos exigente es el cliente"

Según Óscar García, el 30% de sus clientes son extranjeros, la mitad de países europeos como Italia, Francia o Reino Unido y la otra mitad procedentes de Estados Unidos y Canadá. El cliente español viene más en agosto y el fin de semana, de septiembre a junio, explica el dueño del Hotel Torre del Marqués. Sobre el nivel de exigencia, señala que, a diferencia de lo que puede parecer, "cuanto más nivel adquisitivo, menos exigente es la gente. Según va bajando ese poder adquisitivo, el cliente es más exigente. Te cuesta más permitírtelo y quieres que todo sea perfecto". 

El visitante que decide apostar por un destino de este tipo, explica la directora del Canfranc Estación, aprecia y valora la calidad que se le ofrece: "Cuando está acostumbrado a viajar a lugares en los que se ofrece un servicio de esta calidad, tu apreciación sobre el valor es mayor, no te importa pagar más".