Plan y Chía reivindican el asfaltado de la pista que une los valles pirenaicos de Chistau y Benasque

Hace 50 años una iniciativa permitió la construción entre de una pista que une los municipios pirenaicos de Plan y Chía, permitiendo la conexión de los valles de Chistau y Benasque. Los habitantes de la zona en su efeméride celebran su creación y reivindican al Gobierno de Aragón que asfalte el terreno para hacerle más transitable en cualquier época del año.

El camino que une las dos localidades no es transitable transitar en invierno por la nieve. El resto del año la utilizan ganaderos o amantes de las setas y, cada vez más turistas, muchos moteros. Esto provoca un desgaste continuo en la zona que ha hecho que un ayuntamiento pequeño como el de Plan y la Diputación de Huesca hayan tenido que invertir 10.000 euros en su mantenimiento. "Que esté en buen estado porque se le da mucho uso que antes no tenía. Al principio, cuando se hizo duraba muchos años bien pero ahora con tanta circulación de turistas se deteriora mucho porque sirve de entrada al parque natural", refleja Enrique Barrau, alcalde de Chía.

Ambos consistorios piden al Ejecutivo Autonómico, que gestiona la pista de 25 kilometros, que se encargue de asfaltarla. "Hace 50 años tuvieron el gran paso de unir dos grandes comarcas y, ahora, habría que dar el gran paso de poner un buen pavimento y adaptarla a los tiempos que estamos", ha pedido José Serveto, alcalde de Plan durante la celebración en el Refugio de Marradetas de aquella unión.

Su creación hace medio siglo supuso un gran avance para los ganaderos, los vecinos de ambos valles y las comarcas de Sobrarbe y Ribagorza. "Se enlazaron dos valles que estaban incomunicados, sólo se había algún sendero, y por lo tanto lo que se hizo valió la pena", atestigua un vecino de la zona, que, además, reconoce que para los ganaderos supuso un alivio para poder localizar a los animales con mayor facilidad.