La sequía impide la celebración este domingo del tradicional descenso de navatas desde Laspuña

El escaso caudal que lleva el río Cinca ha impedido celebrar este domingo el tradicional descenso de navatas desde Laspuña hasta Aínsa. Aun así, se han acercado hasta la localidad oscense los navateros y también algunos aficionados a esta tradición del Sobrarbe, que comenzó a celebrarse hace 40 años. Tras un almuerzo popular, vecinos y visitantes han tenido que conformarse con ver bajar la navata en camión hasta el castillo de Aínsa.

Sobre cómo lo han vivido, Félix Buil, presidente de la asociación de navateros del Sobrarbe, explica: "La verdad es que con mucho pesar, pero lo que no podemos hacer es remar contra corriente o, con el poco agua que hay, echarnos al río y estar todo el día empujando algo que tiene que bajar por si solo".