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ZARAGOZA

La renovación de la plaza de la Princesa, en el Parque Grande, comienza la próxima semana

Las actuaciones mantendrán la estética y su objetivo fundamental es renovar el arbolado y los sistemas de riego, así como reparar y adecuar los caminos de piedra de Calatorao

ARAGÓN NOTICIAS /
La fuente de Neptuno es la gran protagonista de la plaza de la Princesa. / Ayuntamiento de Zaragoza
icono foto La fuente de Neptuno es la gran protagonista de la plaza de la Princesa. / Ayuntamiento de Zaragoza

Los trabajos de rehabilitación de la plaza de la Princesa, en el Parque Grande José Antonio Labordeta de Zaragoza, donde está ubicada la histórica fuente de Neptuno, comienzan la próxima semana. Las actuaciones mantendrán la estética y su objetivo fundamental es renovar el arbolado y los sistemas de riego, así como reparar y adecuar los caminos de piedra de Calatorao existentes en su entorno.

Durante los trabajos, se procederá a extraer los tocones de las antiguas palmeras y a plantar en su lugar nuevo arbolado. Además, cinco ejemplares de Morus alba (morera blanca), que también están en ese entorno, se trasplantarán en la zona de glorieta de Las Trece Rosas, en el mismo parque.

La mejora se completará con la actualización del sistema de riego y la adecuación de los caminos de piedra de Calatorao existentes. Se anularán antiguas tomas de agua en desuso y se sustituirán las baldosas que estén deterioradas. Como última etapa, se repondrán todos los parterres de césped de la plaza.

Un fuente 'viajera'

La fuente de Neptuno, que es la gran protagonista de esta plaza, tiene una historia curiosa. Instalada inicialmente en la actual plaza de España, tardó 12 años en construirse -entre 1833 y 1845-, con un esfuerzo económico del Consistorio de la época e incluso aportaciones ciudadanas.

Hecha con piedra de Épila, fue la primera fuente de agua potable de Zaragoza alimentada desde el Canal Imperial, puesto que la idea inicial era traer el agua desde unos manantiales conocidos como Los Ojos de Pinseque.

La de Neptuno fue la primera fuente de agua potable de Zaragoza. / Ayuntamiento de Zaragoza

La fuente se desmontó en 1902 y en su lugar se construyó el monumento a los Mártires. Aunque hubo una primera idea de reconstruirla en Balsas de Ebro Viejo, la falta de presupuesto llevó sus piezas a un almacén municipal hasta 1935, momento en el que fue recuperada en la arboleda de Macanaz, a la altura de la antigua pasarela sobre el Ebro.

Por último, en 1946 se reinstaló en el parque Grande, donde esta obra del escultor de Alcañiz Tomás Llovet encontró su localización definitiva.