La población en riesgo de pobreza o exclusión social sube al 20,4% en Aragón en 2023

El porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social (la denominada tasa AROPE) aumentó en Aragón más de un punto en 2023 hasta el 20,4%, mientras que la población con "carencia material y social severa" se situó en el 7,1%.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida difundida este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Aragón es la cuarta comunidad con la tasa AROPE más baja detrás de País Vasco (15,5%), Navarra (17,2%) y Madrid (19,1%) y a más de seis puntos de la media del país (26,5%).

En Aragón prácticamente se mantuvo la tasa de población en riesgo de pobreza, del 15,1%, una décima más que en 2022 y cinco puntos inferior a la media nacional, del 20,2%, y por detrás de Cataluña, Madrid, Navarra y País Vasco.

En cuanto a la renta media por persona, subió en Aragón de 14.015 euros a 14.810, la sexta entre las comunidades tras Asturias, Cataluña, Madrid, Navarra y País Vasco, y por hogar de 33.181 a 35.026, en este caso tras Baleares, Cataluña, Madrid, Navarra y País Vasco. En ambos casos están por encima de la media nacional, de 14.082 euros, la renta media por persona y de 34.821, por hogar.

En Aragón aumentaron los hogares con muchas dificultades para llegar a fin de mes (del 6,9% en 2022 al 9,6 % en 2023), los que tienen retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos (del 8,8% al 11%), los que no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos (de 27,4% al 30,4%) y los que no pueden permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año (del 23,6% al 25,7%).

En el conjunto del país, el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social aumentó medio punto porcentual en 2023 hasta el 26,5%, mientras que la población con "carencia material y social severa" escaló hasta el 9%, la tasa más alta desde 2015.

Dos de los tres componentes de la tasa AROPE mejoraron: el riesgo de pobreza relativa -indicador que refleja cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población-, que bajó del 20,4 al 20,2%; y el porcentaje de población con baja intensidad en el empleo (con poca actividad), que pasó del 8,7 al 8,4%.

Pero el tercer componente de la tasa empeoró: el porcentaje de población con carencia material y social severa subió del 7,7 al 9%. Este concepto analiza factores como no poder permitirse ir de vacaciones al menos una vez al año; comer carne, pollo o pescado cada dos días; o mantener la vivienda a una temperatura adecuada.