La lluvia llega tarde para el cereal de secano, pero mejorará los pastos y las segundas cosechas

Las lluvias marcan la semana en toda España y en Aragón y, aunque las esperadas precipitaciones llegan tarde para el cereal de secano de la Comunidad, mejorarán la situación de los pastos y las segundas cosechas. 

Las reservas de los embalses de la Comunidad están al 48,8% de su capacidad, mientras que hace un año estaban al 76,2%, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). 

El año pasado, el 80% de las 10.000 hectáreas de la Comunidad de Regantes de Lasesa, en los Monegros, llegó a segunda cosecha. Para esta campaña, a día de hoy, creen que no superarán el 20%. "El que tiene todo cebada, prácticamente, si no aumenta la dotación no va a poder sembrar nada. El que tiene algún otro cultivo igual podemos pensar en hacer algo de segunda cosecha", explica Fernando Regaño, presidente de la Comunidad de Regantes Lasesa. "Seguimos teniendo la esperanza de que llueva. Hasta el 20 de junio, en esta zona podemos adaptar la siembra", ha añadido Regaño. 

Sin embargo, para que la situación cambie de cara a los cultivos de verano, los agricultores consideran que las precipitaciones tendrían que ser muy abundantes.

"Estamos en el límite de esa segunda cosecha. Si lloviera ya y de forma torrencial, podríamos tener más caudal para hacer esa segunda cosecha. Como tarde un poco o no llueva de forma torrencial para que las escorrentías lleguen al embalse, realmente, la segunda cosecha está muerta", ha detallado Fernando Luna, presidente de Asaja Huesca. 

Por su parte, Riegos del Altoaragón ha celebrado recientemente una junta general ordinaria. La dotación se encuentra actualmente en 4.000 metros cúbicos por hectárea y la organización no estima nuevos repartos hasta que se produzcan aportaciones de agua en los ríos.

Buenas previsiones para la campaña de la cereza

En la localidad de Bolea (Huesca) se suelen recoger las cerezas a finales de mayo, pero este año, por el calor, algunas empresas ya lo llevan haciendo desde el pasado viernes. Creen que será una buena campaña en producción y calidad, después de dos años complicados por las heladas. Por eso, esperan que las precipitaciones que puedan llegar sean suaves y no dañen el producto.

"A la cereza le viene bien si son estos chaparrones que caen cinco litros, le viene muy bien, el campo necesita agua, por supuesto. No vendría bien una granizada, una lluvia torrencial, que nos las rajará", ha asegurado Susana Orós, copropietaria de la empresa Cerezas Celi.