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La esperada traída de agua del embalse de Montearagón a Huesca, cada vez más cerca

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha dado el visto bueno medioambiental al proyecto. De esta manera, ya se pueden licitar los trabajos, para los que el Gobierno ha comprometido 22 millones de euros

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Embalse de Montearagón (Huesca).

El proyecto para posibilitar el abastecimiento de agua a la ciudad de Huesca desde el embalse de Montearagón ha recibido el visto bueno medioambiental por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, por lo que está cada vez más cerca tras años de espera. Para realizar estas obras el Gobierno tiene preparados 22 millones de euros. Ahora ya se pueden licitar los trabajos, aunque el inicio de las obras podría demorarse todavía varios años.

De la parte baja de la presa de Montearagón saldrá una tubería de nueve kilómetros de longitud que captará del embalse cinco hectómetros cúbicos de agua al año. La conducción discurrirá por la margen izquierda del río Flumen, y suministrará también agua a las localidades de Monflorite, Tierz y Quicena. Se calcula que, en total, abastecerá a más de 60.000 personas.

La traída de agua contempla la construcción de una estación de tratamiento que estará próxima a la capital, y que recibirá agua tanto del embalse de Montearagón como de Vadiello y del manantial de San Julián de Banzo. Una vez tratada, el agua se repartirá por la red de suministro de la ciudad.


Presa de Montearagón (Huesca).

Se trata de un proyecto que garantizará el agua en épocas de sequía y que Huesca reivindicaba desde hace casi tres décadas. "Huesca, en teoría, no necesitaría tener más necesidades que las que salgan de Montearagón. Si sumamos San Julián de Banzo, Vadiello y Valdabra, la seguridad de agua de boca estaría ya muy avanzada", sostiene José Miguel Veintemilla, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza. 

El embalse de Montearagón comenzó a construirse en 1995, pero durante años las obras estuvieron paradas. También los deslizamientos en una de las laderas provocaron retrasos en las pruebas de llenado que, a día de hoy, todavía continúan.