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CONSTRUCCIÓN

La construcción de viviendas levanta el vuelo en Aragón con un sector en transformación

El sector de la construcción valora el incremento de la demanda, pero se muestra cauteloso. En Zaragoza se han alcanzado las cifras más altas de la década y Huesca y Teruel prevén construir miles de viviendas en los próximos años

S.C.G. /
Pisos en construcción.
icono foto Pisos en construcción.

Zaragoza concedió 78 licencias para construir 1.934 nuevas viviendas en 2023, la cifra más alta desde 2010. En Huesca el año pasado dieron luz verde a 122 licencias y solo en el polígono de las Harineras está previsto construir 1.300 pisos. En Teruel, la previsión del Ayuntamiento es superar las 6.400 nuevas viviendas en los próximos 20 años. Unos datos que demuestran que hay demanda, pero en el sector se muestran cautelosos porque todavía no se traducen en "una gran actividad", ya que sus márgenes se han reducido, según explican desde la Confederación de Empresarios de la Construcción de Aragón.

Zaragoza se expande en Arcosur, Vadorrey y el barrio del AVE

El número de viviendas construidas en la capital aragonesa en 2023 supone también un salto importante si se compara con el año anterior, son casi el doble que en 2022. El 23% de las licencias concedidas fueron para viviendas de protección oficial; es decir, 443.

Con estas cifras, Zaragoza ha consumido el 28% del suelo residencial previsto en el Plan General de Ordenación Urbana que cumple 23 años y que conllevó el cambio definitivo para diseñar el urbanismo de la ciudad actual. En total, preveía construir más de 92.000 pisos. Eso significa que todavía hay suelo para construir más de 66.000 pisos. En los últimos dos años, la cifra ha aumentado dos puntos porcentuales, lo que significa que habría capacidad para seguir a este ritmo cuatro décadas.

Las zonas por las que más se expande la ciudad son Arcosur, donde se construyeron 495 nuevas viviendas, Vadorrey, con 443 pisos, y el barrio del AVE, entre la Almozara y la Avenida de Navarra, con 298 viviendas. En cuanto a los permisos concedidos por meses, junio fue el mes en el que se concentró el mayor número de concesiones, con licencias para construir hasta 699 nuevas viviendas.

Tal y como recogen los registros de la Gerencia de Urbanismo, 2006 fue el año en el que más viviendas se construyeron en Zaragoza, hasta 8.940. Por ámbitos de desarrollo, la mayor bolsa de suelo para construcción de nueva vivienda se concentra en los barrios del sur: en Arcosur, donde hay una posibilidad de construir hasta 19.756 nuevos hogares; Valdefierro y Miralbueno, con hasta 11.541 viviendas por construir; la Margen Izquierda, con 7.513; y San José, con 7.571 viviendas pendientes de su promoción. 

Huesca concedió 122 licencias urbanísticas en 2023

En Huesca, en 2023, se contabilizaron 707 solicitudes que están en comunicación previa urbanística, es decir, que ya han manifestado su interés por llevar a cabo los proyectos, y se concedieron 122 licencias urbanísticas.

En cuanto al crecimiento urbanístico de la capital oscense, destacan las 1.300 viviendas previstas en el polígono de las harineras, en el centro de Huesca, y cuya urbanización debería estar terminada a mediados de año. Por otro lado, otra de las áreas que ya tiene la aprobación inicial es la zona que va hacia San Jorge, donde se prevén 800 viviendas. También la zona que va desde el Palacio de Congresos hacia la rotonda de los Danzantes, en el Isuela, está a la espera de la aprobación inicial, donde podrían salir unas 1.000 viviendas.

Teruel prevé construir más de 6.400 viviendas en los próximos 20 años 

En Teruel se construyen cada año una media de 220 viviendas y se prevé construir más de 6.400 en los próximos 20 años. Las nuevas zonas de desarrollo urbanístico de la ciudad son las entradas, por la carretera de Alcañiz y la carretera de Valencia, además del resto de los barrios consolidados como San Julián, el Arrabal o el Carrel.

La capital turolense está ultimando en este momento el Plan General de Ordenación Urbana, cuya aprobación inicial se prevé para el mes de junio.

El sector de la construcción, que afronta un periodo de transformación, muestra optimismo con cautela 

Aunque se recuperan las cifras, la crisis de 2008 sentó un precedente que todavía no se ha dejado atrás. La incertidumbre que dejó el estallido de la burbuja inmobiliaria es, como la define el presidente de la Confederación de Empresarios de la Construcción de Aragón (CEAC), Juan Carlos Bandrés, "un examen que todavía no hemos superado". Pese a todo, las cifras de licencias y nuevas viviendas construidas demuestran que existe demanda y que hay razones para pensar en la recuperación de la actividad económica en este sector.

Juan Carlos Bandrés se muestra cauteloso con las cifras y señala que el volumen de construcción de viviendas en Aragón no supone todavía "una gran actividad para el sector de la construcción", sobre todo, dice, porque el sector está haciendo frente a un incremento de precio de los materiales, casi histórico, lo que "pone contra las cuerdas los márgenes comerciales, que rondan el 15%".

Periodo de transformación y cambio generacional

Bandrés explica que el sector atraviesa, además, un cambio generacional y se enfrenta a una reducción de la mano de obra, "cuyo incremento de costes, también recae en los promotores y constructores". "Tenemos, además, la necesidad de transformación del sector ante el reto de la industrialización que es emocionante, pero que nos supone mucho desgaste. Llevará mucho tiempo afrontarlo y será necesario buscar nuevos métodos para la construcción, el diseño, las fachadas o las instalaciones. Suena aparentemente fácil, pero el propio urbanismo existente fue diseñado a finales del siglo XX, cuando los beneficios estaban por encima de la situación actual y los retos eran menos estresantes", subraya.

Otro de los retos para el sector que apunta el presidente de la CEAC es buscar fórmulas que permitan hacer viviendas de calidad a un coste razonable. "De las viviendas que se construyen cada año, las que realmente realiza el sector de la construcción no llega al 20% porque muchas son unifamiliares, autogestionadas por los propietarios, y el resto lo ocupan las viviendas de segunda mano que son las verdaderas protagonistas de las operaciones de compra-venta", argumenta.

Desde la Confederación de Empresarios de la Construcción en Aragón también insisten en que la situación actual es muy diferente al momento de la burbuja inmobiliaria. "Ahora -defiende Bandrés- la actividad está muy saneada y solo se financia a clientes que pueden afrontar la compra de una vivienda. La burbuja no se puede volver a repetir", asegura.