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EDUCACIÓN

Interino frente a recién licenciado, una forma distinta de afrontar el examen de oposición

Este sábado, unos 9.400 aspirantes optarán a una de las 452 plazas convocadas por Educación para Secundaria, FP y las Escuelas Oficiales de Idiomas. La experiencia cuenta, pero trabajar y estudiar a la vez es muy complicado

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Un opositor estudiando el temario.

Contar con un puesto fijo en la Administración pública es la situación soñada por muchos, y este próximo sábado unas 9.400 personas tratarán de hacerse con alguna de las 452 plazas que saca a concurso el departamento de Educación del Gobierno de Aragón para los cuerpos de profesores de Secundaria, de FP y de las Escuelas Oficiales de Idiomas.

La gran mayoría de esas plazas, 388, son de estabilización. Cabe recordar que el objetivo del plan nacional contra la temporalidad es reducir la tasa de interinidad a un 8%. Por otro lado, 64 de estas plazas son de reposición, es decir, para cubrir jubilaciones.

Entre las especialidades más demandadas figuran, con diferencia, Geografía e Historia, con 1.123 aspirantes para 53 plazas. Para Tecnología son casi 700 solicitudes para 38 plazas. Le sigue Biología y Geología, con 687 opositores que se disputarán 43 puestos. En total, hay convocadas plazas de 25 materias distintas.

Para 2024 se han convocado 93 plazas, de 15 especialidades distintas, para el cuerpo de profesores de Enseñanza Secundaria, profesores técnicos de FP, profesores de Música y Artes Escénicas, y profesores de Artes Plásticas y Diseño.

Interino versus nuevo ingreso

Las circunstancias en las que cada aspirante se presenta a una oposición son variadas, pero pueden cambiar sustancialmente si uno trabaja cubriendo una plaza de interino mientras estudia, o acaba de terminar la carrera.

Bien lo sabe Natalia Ginés, zaragozana de 44 años, que ocupa actualmente una plaza interina como orientadora en Belchite (Zaragoza). El poco tiempo que saca después de trabajar lo dedica a su hijo de cuatro años, y apenas le da tiempo de estudiar. "Conciliar, estudiar y trabajar es bastante complicado. No hay tiempo físico para estudiar, aunque es verdad que la legislación, las resoluciones, las órdenes y los protocolos que van saliendo nuevos los conozco bien al estar trabajando". 

Es la segunda vez que Ginés se presenta a la oposición para cubrir una plaza de Orientadora Educativa. Comenta que, ahora mismo, son unos 250 los profesionales de esta especialidad que trabajan como interinos en la Comunidad, y lamenta que solo hayan salido cuatro plazas. "Es bastante ridículo", sostiene. 

Asimismo, asegura que son bastantes los interinos que este sábado tratarán de lograr una plaza: "En mi instituto somos 15 docentes, y solo dos son fijos. Los otros 12 somos interinos, casi todos mayores de 40 años, y la mayoría padres, con lo cual, estudiar es prácticamente imposible". 

Esta aspirante a una plaza en Educación destaca que hay diferencias entre los interinos y los recién licenciados: "Nosotros no jugamos con las mismas condiciones que uno de 25 años, que sale de la carrera con todo el material fresco", y critica la, en su opinión, poca objetividad del proceso: "Las oposiciones no son transparentes, son subjetivas, no tienen nada que ver con un examen tipo test, que es totalmente objetivo. Aquí depende del día, de cómo te levantes, de cómo te mire el tribunal, y poco tiene que ver con que seas un buen docente o no, porque no se juzga por la maestría o el saber hacer, sino solo por unos conocimientos memorísticos, que poco tienen que ver con el arte de la enseñanza", asegura.

Algo parecido le ocurre a Mar Rodríguez, zaragozana de 46 años, que se presentará a la oposición de Música. "La última vez que se convocó fue en 2008, y en 15 años cambia mucho la situación personal". De hecho, cuando se presentó por primera vez no tenía ningún tipo de carga familiar, y ahora es madre sola de dos niños de cinco años. "Esto hace que sea muy complicado sacar tiempo para poder estudiar y máxime cuando estoy trabajando como interina por las mañanas. Estoy tirando de familia, de amigos, y de todo lo que puedo para sacar tiempo por las tardes y poder irme a la biblioteca a estudiar", asevera. 

Asegura Rodríguez que está siendo "muy duro", pero confía en que al final tenga "recompensa". "Llevo muchos años dando vueltas por Aragón como interina, y la verdad es que esto me daría una estabilidad que necesito por mi situación. Así que confiemos, crucemos dedos y que haya suerte", apunta.


Varios opositores en una academia de preparación.

Otro perfil es el de María García, zaragozana de 28 años que, aunque se presentó hace poco a las oposiciones en otra Comunidad, es la primera vez que se enfrenta a este proceso en Aragón, concretamente a la especialidad de Geografía e Historia. "Empecé a prepararme en torno a finales de 2020 y principios de 2021, pero lo que se dice prepararla en serio fue en cuanto se publicó", afirma.  

Aunque sostiene que "tendría sentido" que contase más la parte del examen, reconoce que "es justo" que quienes hayan trabajado previamente consigan antes la plaza que aquellos de nuevo ingreso, como es su caso.

Sobre la manera en que se prepara la oposición, García comenta que a ella le funciona "hacer esquemas, subrayar, leer, compaginándolo con mapas conceptuales, esquemas, y escritos para facilitar la memorización de conceptos y fechas".

Asimismo, destaca que ha pasado por distinta fases en la preparación de este examen: "Desde el nerviosismo, a la ansiedad y a no poder dormir". "Muchas veces lo he afrontado con un poquito de desesperanza y de frustración, por cómo es el proceso selectivo, ya que hay factores que entran en juego y no dependen de ti, lo que genera muchísima inseguridad", explica.  

Sin embargo, esta aspirante cree que ha hecho todo lo que podía estar en sus manos: "La parte que me corresponde, de trabajo personal y de estudio, me encuentro segura y con satisfacción de hacer lo creo que tenía que hacer, por lo tanto, sí que me encuentro en parte optimista", concluye.