Publicidad
SUCESOS

Hallan un cadáver en la Peña Oroel que podría corresponder al de un peligroso fugitivo francés

Cédric Tauleygne, el presunto autor del doble crimen de una pareja de profesores en Tarbes, estaba en búsqueda desde el verano pasado

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto La Guardia Civil ha encontrado restos óseos en Peña Oroel (Huesca). / Guardia Civil

La Guardia Civil ha recuperado unos restos óseos en la zona del monte Peña Oroel, en el término municipal de Jaca. Según los enseres que han aparecido junto al cadáver, se trataría de Cédric Tauleygne, un ciudadano francés que se encontraba en paradero desconocido desde el pasado día 4 de julio y cuya última pista apareció en esta zona. Entre los restos también han encontrado un arma con la que no descartan que se hubiese suicidado.

Tauleygne estaba acusado del ser el presunto autor del doble crimen de una pareja de profesores en un pequeño pueblo próximo a Tarbes (Francia). Las autoridades francesas determinaron que huyó a España a través del túnel de Somport y la última pista sobre su paradero fue el hallazgo de la motocicleta que utilizó para su fuga en una pista de acceso a la Peña Oroel.

Ocho meses después, este pasado domingo por la tarde, unos cazadores encontraron por la zona unos restos óseos durante una batida. Tras alertar a la Guardia Civil, varios equipos acudieron al lugar y tuvieron que pedir apoyo de la Unidad Aérea de Huesca y del GREIM de Jaca para poder evacuar el cadáver y realizar la autopsia. Ahora, se está a la espera de los análisis de las pruebas de ADN para confirmar su identidad.

Un peligroso fugitivo

Cedric Tauleygne era una reservista de la Gendarmería y del 35 Regimiento de Paracaidistas de Tarbes que, según la investigación, podría haber planificado con antelación su fuga. Estaba acusado de asesinar a su expareja, una mujer de 32 años con la que tenía dos hijos, y a un hombre de 55 años con el que ella había iniciado una nueva relación. Ambos estaban desnudos en el momento de ser asesinados. Los hechos ocurrieron el 4 de julio del año pasado en la pequeña localidad de Pouyastruc.

Según la prensa francesa, el sospechoso, una persona de temperamento colérico, habría trazado su plan impulsado por los celos que le produjo la nueva relación iniciada por su expareja.